Por fin una solución a unos de los grandes problemas de la nueva generación de telefonía móvil. El mayor inconveniente que presentan estos nuevos terminales también conocidos como smartphones, reside en la duración de su batería. Pila (permítanme el anticuado término) que no suele durar más de un día, y eso sin abusar extremadamente de ella. Inconveniente que te obliga a cargar con cargador como si de una carga muerta se tratara.
La solución a este problema y de la que les hablaba consiste en un prototipo que es capaz de recargarse con la voz. Con lo cual tendríamos un teléfono móvil que en vez de consumir batería mientras hablamos, lo que haría sería recargarse. ¿Y cómo se consigue esto se estarán preguntando ustedes? Pues de manera muy sencilla. Gracias a las ondas sonoras de nuestra voz. ¿Pero cómo no se nos ha podido ocurrir antes a los que tenemos áreas y áreas libres de conocimiento y tan desaprovechadas en nuestra cabeza?
Ha tenido que ser el equipo del doctor Sang-Woo Kim, de la Universidad de Sungkyunkwan, en Seúl, al que se le ha ocurrido la genial idea de desarrollar un sistema que convierte el ruido en energía para nuestros terminales. Hasta el momento, han conseguido una conversión de 100 decibelios en 50 milivoltios de electricidad y aunque es un adelanto poco significativo puesto que supone una carga ínfima, el proyecto continúa con la idea de conseguir en el futuro que a través de una conversación, se pueda cargar un terminal él solo.
Lo que ahora preocupa es saber qué excusa nos inventaremos cuando alguien con quien no deseamos hablar nos llame, puesto que antes el recurso más habitual era: “oye si se corta te llamo más tarde, es que no me queda batería”. Ahora todos aquellos que hablan sin pausa verán abierta una gran puerta para dar rienda suelta a sus elucubraciones, a expensas de los pobres que estarán al otro lado con la oreja al rojo vivo, pero por lo menos con el móvil cargadito.
Ahora sólo falta ver qué empresa comercializará los nuevos teléfonos de carga hablada. Lo que sí podemos adelantar es que los primeros modelos se venderán en Cuba y en Venezuela. Al parecer, dos que no ganan para baterías ya los han solicitado. ¿Qué aún no saben quiénes son? Está muy claro, Fidel Castro y Hugo Chavez.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…