Calentar el ambiente político por parte de la derecha con mentiras como el golpe de estado de los independentistas con la complicidad del gobierno de Sánchez y la aquiescencia de podemos, es cuando menos ridículo, por no decir manipular, adulterar, falsificar y viciar la verdad.
Esta es la acusación más indecente que un político puede hacer, pero no obstante típica de la derecha más inmoral de Europa, la de España. Porque aquí no hemos tenido ningún golpe de Estado, desde el golpe de julio de 1936 de Franco o del golpe de Estado fallido de 1981, conocido como 23F, de Tejero y Milans. El concepto mismo de golpe de Estado implica fuerza y coacción, y todo el proceso catalán ha sido pacífico ¿Es lícito? No, ha sido un proceso irregular, unilateral y simbólico y estúpido, pero más allá de esto nada más.
Para la derecha española todo vale, máxime lo que no concuerda con su visión chovinista y carpetovetónica de España. El PP agita el espantajo de su doctrina contra lo que denomina golpe de estado, simplemente porque le ayuda a crispar la vida política y tapa de paso sus miserias. Pablo Casado, al límite de la incoherencia y el disparate acusa a Pedro Sánchez de ser partícipe y responsable del golpe de Estado que se está perpetrando en España.
PP y Ciudadanos, pretenden hacer creer al pueblo español que hubo violencia ese 1 de octubre para justificar la acusación de rebelión contra los independentistas juzgados en un juicio parodia. Acusan a los independentistas catalanes de montar un golpe de Estado con el procés, conviene recordar que el tribunal alemán, que resolvió la petición de extradición de Puigdemont, no pudo descubrir violencia alguna y por eso denegó la entrega de Puigdemont a España. Tal vez por esa inequívoca sentencia algún anormal de la derecha se ha sacado de la manga lo de violencia institucional del Govern y el Parlament desde 2015 a 2017. Es tan de locos todo esto…
En realidad detrás de todo este fondo está el franquista mito de la unidad de este país. Cuando lo cierto es que España existe desde 1714 como entidad política unida. Antes estaban la Corona de Castilla y la Corona de Aragón (donde se encontraba federado el condado de Barcelona, Cataluña con el tiempo). Es más, en 1640 Portugal y Cataluña se rebelaron y alzaron en armas contra Castilla, porque España no existía como entidad política. Portugal venció y se independizó, Catalunya no. Quizás Casado y Rivera están planteándose la idea de reclamar a Portugal que retorne a la unidad de España.
No comparto la idea independentista, porque los pueblos de España, para avanzar y crecer como país dentro de Europa, han de caminar juntos, pero, también es cierto que en democracia, nada se resuelve con represión, juicios o cárcel.
Sólo los criptofranquistas actuales buscan medidas autoritarias y totalitarias, eso sí, contaminadas por la conformidad del Jefe del Estado. En todo caso, el problema con Cataluña, creado por un PP sin freno moral, Un Cs incendiario y ahora un Vox desatado manipula todo esto para obtener réditos electorales.