Si bien este nuevo modelo ya se aprobó el 28 de septiembre en Estados Unidos y
recién en abril del año que viene comenzaría su venta comercial allí, en nuestro
país necesita la aprobación del ANMAT, que ya lo tiene en sus manos. “Este es un
paso hacia el páncreas artificial”, afirma Proietti aunque pide “cautela” ya que
este aparato necesitará la interacción del enfermo “que le deberá informar a la
bomba lo que come y sus acciones”. Otro dato positivo que confirmó es que: “La
nueva bomba hace que gran parte del día el paciente se desprenda de la
enfermedad”.
“Es un avance fantástico en el aporte de insulina que permite acercar a lo que
produce un páncreas de los no diabéticos”, le dijo a Clarín la doctora Graciela
Fuente, Jefa del servicio de diabetes y nutrición del Hospital Durán, respecto
de la nueva tecnología. Además dejó su consejo para prevenir esta enfermedad:
“Debemos sumar hábitos de vida saludable, con un plan de alimentación adecuado y
actividad física regular”. Proietti apuntó a “reducir carbohidratos, grasas
saturadas, lograr un orden alimentario y hacer caminatas diarias de 30 minutos
que bajarán eventos cardiovasculares”.
Los hitos que vienen sucediendo hacia el desarrollo de un páncreas artificial
incluyen la primera bomba de insulina y monitor continuo de glucosa en 2006 y la
introducción de un sistema integrado con suspensión automática de insulina en
2009. Ahora Danne agregó “el siguiente paso no es sólo evitar los valores bajos,
sino que también se puedan manejar automáticamente los niveles elevados de
glucosa”.
Por
Marcelo Maller
Fuente: Diario Clarin
