Foto: Un
parche para la piel no invasivo y flexible que lleva sensores electroquímicos
para detectar la glucosa presente en el sudor y una batería para calentar las
microagujas que inyectarán el fármaco.
Si el parche percibe altos niveles de glucosa, las fuentes de calor hacen que
las microagujas disuelvan la capa que las recubre y liberen el fármaco
metformina justo por debajo de la superficie de la piel. "Se
trata del primer sistema epidérmico de ciclo completo que
incluye a la vez un seguimiento del paciente y la administración no invasiva de
medicamentos para tratar la diabetes que tienen lugar directamente sobre el
sujeto", afirma el cofundador de MC10, Roozbeh
Ghaffari.
La única tecnología de invasión mínima para el seguimiento de los niveles de
glucosa en sangre aprobada
en toda la historia por la Administración de Medicamentos y Alimentos de
EEUU fue un aparato llamado GlucoWatch Biographer, que empleaba una corriente
eléctrica para extraer fluidos de debajo de la piel. Se aprobó en 2001, pero los
pacientes se quejaron de molestias e incomodidad y
el dispositivo fue retirado del mercado en 2007.
Hay otros investigadores que están siguiendo enfoques diferentes para ayudar a
los pacientes de diabetes. Recientemente se construyó el prototipo de un
dispositivo en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (EEUU) que
consiste enun
parche del tamaño de una uña con más de 100 microagujas que
contienen diminutas bolsitas con insulina y una enzima en su interior.
La glucosa de la sangre traspasa la bolsa y la enzima la transforma en un ácido
que abre el recipiente para liberar la insulina mientras las agujas perforan la
piel.
Esta idea permitiría administrar insulina cada vez que fuera necesario, pero el
dispositivo de MC10, al ser una plataforma electrónica, también podría almacenar
información sobre las veces en que se administra el medicamento y transmitírsela
a un dispositivo portable capaz a su vez de
compartir la información con un smartphone de
forma inalámbrica.
Fuente: Technology Review
