Llega la cultura cubana a la biblioteca pública central

Toluca, Estado de México. Gracias a las campañas permanentes para fomentar la donación de sangre, la captación de ésta en la entidad mexiquense ha mostrado un incremento del orden de 10 por ciento, al pasar de 18 mil unidades a 19 mil 804, durante los primeros cinco meses del presente año y comparativamente con el mismo periodo de 2017.El Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) cuenta con siete Bancos de Sangre y los que registran mayor productividad son cuatro, ubicados en el Centro Médico “Lic. Adolfo López Mateos”, en los hospitales generales de Atizapán de Zaragoza, “Las Américas”, de Ecatepec, y “Dr. Gustavo Baz Prada”, de Nezahualcóyotl.El resto de los Bancos de Sangre se ubican en los hospitales generales de Tejupilco y “José Vicente Villada” de Cuautitlán, así como en el Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini”, de Toluca.Al contar con 19 puestos de sangrado, la entidad se ubica en el tercer lugar nacional en materia de donación, sólo después de la Ciudad de México y Jalisco, informó el Centro Estatal de Transfusión Sanguínea.En el marco del Día Mundial del Donante de Sangre, que se conmemora cada 14 de junio,se precisa que el líquido donado se destina con mayor frecuencia a la atención de mujeres con hemorragias antes, durante y después del parto, niños con anemia grave, víctimas de accidentes, pacientes sometidos a cirugía, que padecen cáncer o requieren hemodiálisis.Entre los requisitos para donar sangre están acudir con ayuno mínimo de cuatro horas, tener entre 18 y 65 años de edad, pesar 50 kilos como mínimo, no acostumbrar prácticas sexuales de riesgo, no haber padecido hepatitis después de los 11 años de edad ni ser adicto a drogas.Tampoco deben presentarse síntomas de infección aguda como gripe o tos, y las personas con tatuajes pueden donar, siempre y cuando haya pasado un año después de la realización de su último tatuaje.Es importante destacar que tras la donación, el organismo reemplaza el líquido perdido en las siguientes 36 horas; los adultos sanos pueden aportar al menos dos veces al año.