Llega la tarde, sedienta de amor, a los parques callados.Como canción de metal y carbón desembarca la nochey dispara sus sombras a la ingenua penumbra.Insaciable chispear de tinieblas: el día se esconde.Colegiala pasión de esta brisaque va susurrando entre las hojas de los árboles un retablo de amores,como un novelista errante que lleva en los ojos la plumaViene a capturar aquí, innumerables libretos de crepúsculas pasiones.Un cardumen de besos nada sobre las bancasy acuchilla los ojos del mirón solitario.Bocinas de guerras perdidas combatiendo dentro del pecho.El mirón se levanta y se marcha, tal vez mártir, tal vez héroe
tal vez culpable de un amor perdido.Versos ineditos. Versos romanticos. Versos de amor.