El cambio ha llegado a la capital de la moda patria.
No sin reticencias y preguntas capciosas por parte de los periodistas, que añoramos la solera del nombre cibelino, se presenta la “nueva” pasarela Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
El cambio de nombre y su consiguiente patrocinio desatan las esperanzas de la organización de dar, por fin, el impulso que el certámen merece. En palabras del presidente Luis Eduardo Cortés, “éste es un compromiso de dos años que nace del sentido común y supone una apuesta segura que demuestran otros ejemplos como Mercedes Benz Fashion Week Bombay o Mercedes Benz Fashion Week Berlín…”
Sin embargo, cuando se pregunta por el impulso a los nuevos talentos, la organización responde que la industria de la moda española se basa en “los consagrados” y que la semana de la moda madrileña sólo debe servir, como siempre, para abrir camino a algunos que empiezan en El EGO (esta edición, con 10 desfiles dobles)
Quizá por eso durante la presentación ha habido momentos para reivindicar el talento de los jóvenes diseñadores. Jóvenes que, como Etxeberrría, ya no son “promesas”; sino creadores llamados a estar entre los grandes por derecho propio. .. Y dos premios consecutivos.
Otros grandes cambios de esta edición son el adelanto de fechas para evitar la coincidencia de fechas con la Semana de la Moda de Londres y el primer desfile de joyas en la historia (reciente o no) de la pasarela, que correrá a cargo de Aristocrazy.
Por último, sorprende que el cambio de nomenclatura no afecte a ese popurrí de actividades y hervidero de curiosos “fashionistas” que es el Cibelespacio.
Lástima que quienes habíamos empezado a sentirnos orgullosos de “ser cibelinos” nos preguntemos ahora… ¿Qué somos? ¿Merchinos?
Imágenes: Organización y Lucía Pardavila
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