Revista Insólito
Adelantado de Segovia | 23 febrero 1899Un llamamiento a la caridad.- Ha empezado en nuestros puertos el triste desembarco de familias enteras que en el desastre colonial perdieron fortuna y modo de vivir. No tardando llegarán a Barcelona centenares de compatriotas a quienes después de haber recorrido dolorosísimo calvario en los bosques filipinos, sólo aguarda en España la lucha horrible contra el hambre y la miseria. Aunque estamos seguros de que nuestros militares tan bravos como caritativos compartirán con el pobre paisano los socorros que al desembarcar se les ofrecen, es preciso que siquiera en el primer día que esos desventurados pisen de nuevo el suelo de la Patria, encuentren la taza de caldo que les conforte y la prenda de abrigo que les preserve de los rigores de la estación, a ellos que vienen de climas tropicales. Es necesario que esos hermanos nuestros no vaguen, desde luego, por las calles desamparados y harapientos, alargando la mano para pedir desfallecidos una limosna. La Cruz Roja atenderá en la medida de sus fuerzas y recursos a ésta urgente y apremiante necesidad: pero la obra es inmensa y es indispensable el concurso de todos. ¡Españoles, una limosna para nuestros hermanos, los paisanos que todo lo perdieron en Cuba y Filipinas!. Todo se acepta: metálico y efectos con este fin humanitario en las oficinas de la Asamblea, Huertas, 11, bajo, Madrid y en las comisiones de la Cruz Roja extendidas por toda la península.