Por Hogaradas
Llegaste Boni, con tus achaques, con tus cosa, pero llegaste, y hoy cumples 18 ańos, como lo que eres, una auténtica campeona, porque no hace muchos meses que todos dudábamos de si podríamos celebrar este momento, y tú te aferraste a la vida con tantas ganas, que aquí estamos hoy, celebrando tu cumpleańos, porque la ocasión y sobre todo tú, te lo mereces.
El otro día hablábamos con alguien muy cercano acerca de la salud y de los achaques al pasar de ciertos ańos. Nos decía que las personas somos como los coches, que los hay que son unos simples utilitarios con un motor corriente y que luego están los otros, los de alta gama, los que tienen un motor potente, esos que lucen tanto por fuera como por dentro. Tú eres uno de esos Boni, eres la Ferrari de las caniches, estoy convencida, porque no hay nada más que hacer un pequeńo recuento de tu vida para ver que siempre has disfrutado de una salud de hierro, la misma que tienes ahora, un corazón mejor que el de muchos perros más jóvenes que tú, según nos dijo el otro día el veterinario, y es ese, tu joven corazón, el que estoy segura te hace seguir adelante con la misma alegría y las ganas de cuando eras solamente un cachorro.
Ahora son tus articulaciones quienes se han puesto en pie de guerra, pero cuando pensábamos que no volverías a caminar lo hiciste, y cuando el trayecto se limitaba a hacerlo por encima de la alfombra nos sorprendiste con una pequeńa incursión por toda la casa, husmeando en cada rincón como si fuera la primera vez que lo hacías, y cuando habíamos olvidado cómo era verte disfrutar de tu comida favorita de pie, volviste a sorprendernos, y tiesa como una auténtica algarroba nos diste de nuevo una lección de cómo se puede salir adelante echándole coraje y poniéndole ganas.
Eres la reina y la alegría de la casa, ésta a la que llegaste hace ya casi cuatro ańos, y en la que estarás hasta que la vida quiera que lo hagas, porque espero que sea ella, y no nosotros, a quien le toque decidir cuándo será ese momento.
No entiendo a quienes abandonan a pequeńos compańeros de viaje como tú cuando más los necesitan, no lo entenderé nunca. Sé a ciencia cierta que tú no me abandonarías por nadie ni por nada en el mundo; al igual que yo, ambas valoramos sobre todas las cosas la lealtad y la fidelidad, y esos son los hilos que mueven nuestro mundo.
Feliz cumpleańos Boni, y claro que sí, ojalá que cumplas muchos más y que nos sigas provocando tantos sentimientos. Porque eres carińo, ternura, risas, y también, que todo hay que decirlo, el enfado cuando te pones tan cabezota y testaruda como solamente tú sabes hacerlo, y cuando protestas porque ves que marchamos, que ahora, como buena abuela que ya eres, te gusta tener a todos quienes te rodean bien controlados.
Pero no cambies nunca Boni, porque es el mejor síntoma de que estás viva, y de que quieres seguir viviendo, y esa energía es justo la que necesitas para continuar adelante.