Llegó a mí: la musa inesperada

Por Antonio López.

Un compositor de óperas se encuentra en situación de bloqueo creativo hasta que conoce a una transportista marítima adicta al sexo que inspira su siguiente creación. Mientras, el hijo adolescente de su pareja inicia una relación con la hija de su asistenta que no es aceptada por el padre de la chica.Llegó a mí reúne un catálogo deslumbrante de actores, empezando por Peter Dinklage (Juego de tronos) y continuando con Anne Hathaway o Marisa Tomei, para una historia coral típica del cine independiente norteamericano sobre los conflictos emocionales de una serie de personajes de diferentes edades, situaciones y clases sociales cuyas vidas se entrecruzan.Muchas de las grandes películas de la historia del cine partían de planteamientos muy convencionales y codificados según las reglas de un género determinado (comedia, melodrama, aventura, etc.) y luego en su desarrollo los iban llevando hacia territorios inexplorados dinamitando o ampliando su marco genérico. Pero en las películas mediocres y pretenciosas ocurre lo contrario: se parte de un planteamiento que parece no estar sometido a los parámetros comerciales comunes para acabar derivando en algo estereotipado y peliculero; esto último es lo que, por desgracia, sucede en este caso.Al final nos encontramos ante una comedia romántica hollywoodiense, y en absoluto de las mejores, adornada con una capa de cine indie y social que acaba revelando su inconsistencia. La excentricidad de sus personajes va demasiado lejos en su artificio, provocando salidas de tono bufas muy chirriantes en una supuesta comedia dramática de autor contenida que comienza vendiendo que va a llevar a cabo un desarrollo psicológico de sus personajes y una crítica social alejados de clichés y acaba planteando una sucesión de estereotipos facilones, desdibujando las intenciones de la directora y guionista, Rebecca Miller. No está nada claro que pretendía contar Miller con esta película, pero sí parece evidente que no ha conseguido transmitirlo. Llegó a mí: la musa inesperada Lo único que sí se evidencia es la vocación “woke” de la directora y guionista, cuyo empeño en meter con calzador el mayor número posible de elementos “inclusivos” en la película acaba cargándosela, un mal endémico en los productos audiovisuales de nuestro tiempo. La caricaturización demoníaca de cualquier personaje masculino blanco y heterosexual que no tenga discapacidades, además de estar ya muy vista y resultar muy cargante, en este caso es especialmente incoherente cuando la esposa del supuesto machirulo racista obsesionado por el cumplimiento de las leyes es una inmigrante en situación irregular. Este personaje se suma a un forzado desfile de clichés inclusivos (parejas interraciales, personas con discapacidad, con problemas de salud mental, mujeres ejerciendo profesiones masculinizadas, etc.) que para más inri ni siquiera cumple correctamente con las rigidísimas normas woke al no incluir el obligado personaje LGTBIQ.En resumen, una producción que salva los muebles por su excelente reparto y su factura visual pero fallida y olvidable.

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##check## Lo bueno

El reparto, que incluye a Peter Dinklage, Anne Hathaway, Marisa Tomei y Joanna Kulig (Ida).
El diseño de producción.

##times## Lo malo

Un tono de comedia dramática indie inadecuado para los exabruptos enloquecidos y un tango grotescos de la historia.
Desarrollo inadecuado de los personajes, que acaban reducidos a clichés.
El guion se preocupa más por la inclusión y el bienquedismo “woke” que por ofrecer una narrativa consistente.

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Dirección 4.0

Rebecca Miller no da un tono coherente a una historia que oscila de manera chirriante, comenzando como comedia dramática, continuando como sucesión de disparates y acabando en la comedia romántica.

Guion 3.0

Desarrollo muy flojo de los personajes y de la trama. La guionista, que es la propia directora, parece preocuparse solo por acumular de manera muy forzada elementos inclusivos y no por la coherencia de la historia a nivel narrativo.

Intérpretes 7.0

La presencia de Peter Dinklage, Anne Hathaway, Marisa Tomei y Joanna Kulig es lo que salva la película del desastre. Con su saber hacer consiguen algún que otro resultado a partir de unos personajes totalmente inconsistentes.