Aunque el tema se hizo evidente en las últimas semanas, la realidad es que la controversia en torno al nombre de los Washington Redskins ha existido por varias décadas, y es hasta ahora que está por resolverse. Y aunque de inicio podría ser visto como un duro golpe para la franquicia, podría ser una oportunidad inmejorable de borrar algunos errores del pasado y tener un nuevo inicio.
La controversia del término “Redskins”
Primero que nada, hay que dejar algo muy claro: la discusión por el nombre del equipo no es reciente. De hecho es un tema que ha ido de la mano de la franquicia por muchos años.
Las primeras protestas contra el uso del término datan de los años sesenta, cuando se generó un movimiento que buscaba eliminar el uso de los nativos americanos como mascotas de equipos deportivos. Con el paso de los años muchas preparatorias y universidades fueron quitando la imagen de los nativos americanos de sus escuelas, con un ejemplo muy claro siendo la Universidad de Miami en Ohio, que usaba el mote “Redhawks” por una tribu nativa americana, pero decidieron cambiar el sentido del mote por la expresión literal, tomando como nueva mascota un halcón rojo.
El Congreso Nacional de Indios Americanos (NCAI), la organización más antigua y grande de personas de origen nativo americano, siempre se ha opuesto al uso del término “Redskins” para el equipo de Washington, y en diversas ocasiones ha buscado que el nombre se cambie. De hecho en 2013 el NCAI pidió una vez más el cambio del apodo, pero Daniel Snyder, dueño del equipo, emitió un comunicado explicando que el nombre tenía que quedarse porque “era parte de la historia y el legado del equipo”.
El NCAI contestó a esa declaración de manera enfática:
“Hay algo en lo que estamos de acuerdo con el equipo de football de Washington – el nombre Redsk*ns es un reflejo de su legado y su historia. Desafortunadamente, el legado e historia del equipo es feo, enraizado en el racismo y la discriminación, incluyendo los orígenes del nombre del equipo. Se ha vuelto más y más obvio que el legado del equipo en la justicia racial es permanecer en el lado equivocado de la historia por el mayor tiempo posible.”
Otro punto que se toca en ese comunicado es la historia racista de George Preston Marshall, dueño original de la franquicia, que se negó a emplear jugadores afroamericanos a pesar de la indicación de integración de la NFL. Preston Marshall decidió vetar a los jugadores de raza negra de su equipo hasta 1962, año en que fue literalmente obligado por la liga, que le comunicó que de no contratar jugadores afroamericanos sería desalojado del estadio Robert F. Kennedy.
¿Por qué otros nombres sí son aceptados?
Durante la discusión más reciente se ha mencionado que otros nombres como “Chiefs”, “Braves” o “Seminoles” no están siendo contemplados, por lo que se considera que la petición de cambiar solamente el nombre de los Redskins es un acto injusto. El problema es que el origen de cada palabra es distinto.
Mientras el término “Seminole” es el nombre de una tribu de nativos americanos que llegó a Florida procedente de Georgia o la palabra “Chief” se usa para referirse al jefe de un grupo (en este caso la tribu de nativos americanos) o “Brave” es una expresión que indica a los guerreros de una tribu, la palabra “Redskin” no cuenta con la misma definición. De acuerdo con varios diccionarios como Merriam-Webster, Dictionary.com, The American Heritage Dictionary of the English Language o el Diccionario Collins, la palabra va de ser un “término despectivo”, “un modismo ofensivo” o “una palabra usualmente ofensiva” para describir a los nativos americanos.
Entonces la diferencia es simple: no podemos poner en el mismo grupo una palabra que describe a un grupo de nativos americanos con otra que era usada como un término derogatorio.
Una buena idea con una mala selección
El problema, entonces, no es que el equipo de Washington quiera rendir homenaje a las tribus nativas de Estados Unidos o que quiera hacer referencia a su valor como un símbolo de lo que quieren representar en el campo de juego. El problema radica en que el término elegido es uno que no viene bien con la mayoría de los grupos que forman esa comunidad a la que supuestamente quiere honrar.
Por ponerlo con un ejemplo: si un equipo quisiera hacer rendir tributo a sus orígenes germanos y hacer referencia a la fuerza y valor de las personas de Alemania, el término “Nazi” no sería el más adecuado de todos. O si quieres nombrar a tu equipo en honor a la cultura Azteca y homenajear su rica historia, probablemente “Indio” no sería el mejor de los motes.
Y eso me lleva a otra cuestión: el dilema que están viviendo los aficionados.
No, los fans de los Redskins no son racistas
Algo que he visto durante este periodo de discusiones es a muchos fans del equipo decir que ellos no encuentran el nombre como un término racista y que para ellos es un símbolo de honor. Esto (y me incluyo) es totalmente cierto. Y es válido. Pero lamentablemente, como explicaba arriba, no cambia el hecho de que la elección del nombre no fue la adecuada.
Y el problema es mayor cuando recordamos que George Preston Marshall era una persona racista que literalmente se negaba a incluir jugadores que no fueran blancos en el equipo. ¿La manera de rendir homenaje a las personas nativas de Estados Unidos es tener un equipo integrado exclusivamente por hombres blancos que usan al nativo americano como mascota? Mis estimados amigos, estamos en un problema.
Así que, aunque los aficionados de los Redskins sean personas orgullosas del nombre y tengan una connotación positiva de la palabra, la realidad es que el pasado del equipo condena este término. Y por eso, en estos momentos, es mejor dejarlo partir.
El lado positivo de hacer un cambio
Siendo sinceros, la idea de cambiar el nombre puede parecer muy mala e incluso como algo negativo, pero la NFL ha dejado historias de cambios que han sido totalmente positivos. Un gran ejemplo son los Baltimore Ravens. Este equipo era originalmente los Cleveland Browns, que al mudarse a Baltimore optó por cambiar totalmente su imagen y generaron una nueva identidad. ¿Qué pasó? el equipo que nunca había llegado al Super Bowl ya tiene dos títulos en su historia. Los Tennessee Titans, como otro ejemplo, nunca accedieron al Super Bowl cuando eran los Houston Oilers, y al emigrar a Tennessee alcanzaron esta instancia (cierto, no lo ganaron, pero se quedaron literalmente muy cerca).
Otros equipos han modificado totalmente su aspecto y ha sido para mejorar. Los Buccaneers, Broncos y Patriots empezaron a ganar campeonatos después de cambiar sus logos, colores y uniformes de manera radical. En su momento muchos aficionados no vieron bien el dejar atrás el look histórico de cada franquicia, pero los éxitos en el terreno de juego hicieron de ese cambio algo positivo.
Y es aquí donde le viene de maravilla a los Redskins el hacer el cambio: con Ron Rivera tomando el control del equipo y con jugadores jóvenes y altamente prometedores como Chase Young, Jonathan Allen, Daron Payne y Terry McLaurin en el roster se puede lograr un cambio en el terreno, con una nueva imagen que represente el futuro brillante de esta franquicia.
Porque, además, seamos honestos: los Redskins se han vuelto un equipo gris desde que Dan Snyder compró la franquicia, siendo más conocidos por gastar de más en agentes libres (Albert Haynesworth, Deion Sanders, Donovan McNabb) o por noticias trágicas (la muerte de Sean Taylor y las lesiones de RGIII y Alex Smith) que por ser un conjunto con aspiraciones de postemporada (porque del Super Bowl ya ni se habla).
Es cierto que los Redskins tienen una historia ampliamente ganadora y son una de las franquicias más prestigiosas en la historia de la liga, pero Dan Snyder ha convertido a ese equipo en una sombra de lo que alguna vez fueron. Un nuevo nombre podría ser precisamente lo que esta organización necesita: una oportunidad de dejar atrás los errores del pasado – ya sea el tema racial de George Preston Marshall o los malos años de Daniel Snyder – y comenzar con un aspecto renovado que les permita generar nuevos aficionados y una nueva imagen ante la liga.
Vamos, cambiar de nombre no puede ser más doloroso que haber visto jugar a los Redskins en 2019. Se los apuesto porque lo viví.
El tema da para mucho más, pero aquí lo dejaremos, no sin antes preguntarles ¿Qué opinan? ¿Podrían los Redskins ser un mejor equipo con un nuevo nombre? Esperamos sus comentarios.
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