Revista Salud y Bienestar

¡Llegó el verano!

Por Ladya

Alfres by Dream in Lomo.

El buen tiempo ya ha empezado. Ayer empezó oficialmente el verano y ya se acercan los días de ir a la playa, los días de sol intenso y los días en que los niños están más tiempo expuestos a los rayos solares.
Desde hace bastante tiempo nos están advirtiendo de los riesgos que entraña la exposición al sol, y no solo de los inmediatos como las quemaduras, sino también de los efectos a largo plazo que van desde el envejecimiento precoz de la piel hasta el cáncer.

Las medidas preventivas incluyen:

  1. Evitar la exposición durante las horas de máxima radiación, que suele ser entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde.
  2. Usar ropa adecuada, gorros y gafas con protección UV
  3. Usar fotoprotectores adecuados.
  4. No se aconseja exponer al sol a los bebes menores de 6 meses.

La elección de las cremas solares puede convertirse en una elección difícil, ya que existen miles de cremas en el mercado. A mi personalmente, me ha empezado a preocupar el tema a raíz de ser madre. Las cremas solares incluyen cantidades de substancias químicas que pueden resultar irritantes a los bebes pequeños, por eso, cuando compré una busque que fuera 100% natural.

Dentro de los protectores solares podemos encontrar los protectores físicos y los químicos.
Los primeros son substancias minerales que actúan como barrera física impidiendo que los rayos UV penetren en la piel, es decir que "reflejan" los rayos solares. No se absorben y por tanto no producen reacciones alérgicas. Son efectivos desde el mismo momento de la aplicación y suelen tener una textura espesa y opaca por lo que suelen dejar una capa blanquecina sobre la piel.

Los protectores químicos están compuestos por substancias sintéticas que penetran en la piel, donde realizan su función (es decir, que la radiación solar penetra igualmente en la piel). Se deben aplicar 20 minutos antes de la exposición, ya que requieren de un tiempo para activarse.

Se acerca el verano

Una vez elegido el tipo de protector, debemos decidir el SPF (factor de protección solar) que necesitamos. El factor de protección solar mide la efectividad de protección del producto frente a las radiaciones UV. El valor numérico nos indica el tiempo de exposición que puede pasar una persona al sol frente a otra sin protección, es decir un SPF 15 permite estar 15 veces más tiempo expuesto al sol que una persona sin nada.
La diferencia entre un protector con SPF 20 y uno de 30 es mínima. El primero tiene una eficacia del 95% y el segundo un 97%, por lo que realmente no es necesario comprar cremas con SPF 50 (que tiene un 98%), sino usarlo de forma correcta: Aplicar suficiente cantidad de producto, re-aplicar después del baño,...
Bueno, espero que os sirva de utilidad este mini resumen sobre los protectores y os invito a compartir con todos los protectores que usáis con vuestros niños.

 

Se acerca el verano

Ilustración: Nuria Burrull

Foto de portada: Dream in Lomo


Volver a la Portada de Logo Paperblog