Has llegado el día que parecía tan lejano aquel 15 de octubre de 2007. Cuando Teresa llego a nuestras vidas poniéndolo todo patas arriba. Bendito día.
Nuestra chica con síndrome de down ha comenzado la educación obligatoria. 1º de Educación Primaria. Con su cartera nueva, "de mayor", feliz y contenta. Junto a sus hermanas, hoy toca estrenar no solo curso.
Este curso y gracias al impagable comportamiento del Inspector jefe de los Servicios Educativos Periféricos de Toledo el señor Cipriano Puente Rubio, Teresa NO CONTARA PRACTICAMENTE CON APOYOS.
Este señor en contra de los dictámenes de inspectores (los que no están colocados a dedazo), orientadores y profesionales del centro que trabajan día a día con la pequeña, negó uno por uno todo lo que se solicito. Aquí y ahora en Castilla La Mancha, importa el balance de cuentas no la persona para la que se solicitan esos apoyos, por ejemplo, extra de logopedia o PT.
Están juntos en el mismo aula 1º y 2º de primaria. Nueva profesora, por suerte misma aula. ¿Entenderá Gemma a la protagonista de este diario? ¿adivinara lo que quiere contarle?. Mi niña, tan pequeñita, que valiente y segura de si misma es. Pocos niños pero es todo mucho mas serio y por tanto, me asalta la duda de si aguantara tantas horas sentada, mas pizarra, conocimientos, etc.
Han decidido los educadores que no se compren los libros, porque sinceramente,y estoy de acuerdo con ellas, no creo que tenga mucho sentido dar ingles cuando todavía no nos hacemos entender en castellano. Adaptación curricular es el camino. Palabras y expresiones que no conocíamos hasta hace pocos años.
Pero vamos a dejar a lado estas preocupaciones, porque hoy es un día de fiesta. Un día de esperanza, De abrir nuevos caminos. Acabamos de comenzar, vamos a observar, pero ... Teresa sigue yendo después de haber pasado todo el verano enseñando, con braguita pañal, porque el pis genial, pero la caca mal. Aunque nos ha dicho el neurólogo al que nos derivaron que no había ningún problema, solo falta maduración. ¿Y eso no es un problema?. ¿Y cuando llegara la maduración prometida?