El presidente Wolfram Hartmann explica que "Lo que realmente es importante para los bebés es sentirse seguros" y que "No es sano llevar al bebé en una posición en la que sus piernas se encuentren en extensión a causa de su propio peso, ya que podría dañar la articulación de la cadera".
Imagen cedida por Mercedes Granda, de Mi Saquito Mágico.
Esto nos conduce a desaconsejar encarecidamente llevar a vuestros bebés en portabebés NO ergonómicos o en cualquier portabebés pero frente al mundo. La explicación la encontramos en dos niveles distintos: A nivel físico: La postura que el bebé tiene en esta posición no es su postura natural (postura de la ranita) de modo que sus piernas no quedan flexionadas, que es cómo debería ser.Esta postura es incorrecta y puede ser dañina para su espalda y cadera.
Esta postura sí es la correcta ya que es la natural del bebé y respeta su fisionomía.
Por otro lado su espalda, que tiende a inclinarse hacia delante, se ve forzada a inclinarse hacia detrás, para seguir nuestra curvatura natural. Esta postura no es correcta y puede dañar su espalda. También daña la nuestra ya que al inclinarse el bebé hacia delante, nuestra espalda hace lo mismo para contrarrestar el peso. La zona del perineo y sobretodogenitales es la que carga todo el peso del bebé, y más si la mochila no es ergonómica, cómo puede verse en la fotografía. Es evidente que no es nada cómo ni nada sano para él. Como el bebé tiende a curvar la espalda hacia delante, se acaba inclinado, esto provoca dos cosas: una, que el bebé carga más su peso, y dos: que el porteador curva la espalda hacia delante, con lo que está dañando su espalda y su suelo pélvico. A nivel psicológico: Todos tenemos ganas de estimular a nuestros bebés y enseñarles el mundo que les rodea, pero debemos hacerlo bien y sin estrés, dándole la posibilidad de relajarse cuando quiera y dejar de recibir estos estímulos siempre que los desee. No debemos olvidar que su capacidad de concentración es muchísimo más breve que la nuestra y en seguida se cansan. De frente corremos el riesgo de la sobrestimulación, nada buena para el bebé. Con la protección y la seguridad que le ofrece estar de cara su porteador, o tenerlo en su campo de visión, el bebé estará más relajado y preparado para recibir estímulos o dormir, sobretodo dormir... (aprovecho para subrayar que en un portabebés ergonómico los bebés duermen muchísimo más). Con el bebé de cara, pierde la posibilidad de relajarse o dejar de ver los estímulos y la mayoría no consiguen dormir. Además en muchos portabebés, sobretodo los no ergonómicos, no pueden aguantar la cabeza en ningún sitio y si finalmente consiguen dormirse, la cabecita les va de un lado a otro. Otra cosa a tener en cuenta es que para un bebé es muy importante tener en su campo de visión a su madre o padre y de frente, pierde de vista al porteador, de modo que pierde su referente y no sabe dónde refugiarse si algo le asusta o no le gusta. Aún así, no hace falta leer muchos artículos al respeto sino usar un poco el sentido común y la empatía. Pongámonos en el lugar de un bebé, que va recibiendo estímulos a la velocidad que camina su porteador (adulto) y no puede pararlos ni descansar... A mi me viene a la cabeza aquella imagen de la película "la naranja mecánica" en la que le van pasando imágenes a mucha velocidad! qué estrés! La solución: Si tu bebé se aburre y no quiere ir pegado a ti, ya que tiene ganas de explorar su entorno, podemos colocarlo en la cadera (para ello lo mejor es una bandolera o pouch) o en la espalda (para ello lo mejora son fulares, mei tai, mochilas). Si tenemos un bebé muy pequeño y un fular semielástico también podemos anudarlo a la cadera. Todos estos productos puedes encontrarlos en Nakadi Barcelona.
Por último, quisiera agradecer la amabilidad recibida por parte de Mercedes, que nos ha cedido la primera imagen del post. Ella también tiene un blog sobre porteo y otros temas relacionados con el mundo de la crianza con apego, maternidad que desde aquí recomendamos: Mi saquito mágico.