Lloyd’s, un edificio del revés

No me considero fan de la arquitectura High-Tech (aún sigo esperando que retiren los andamios del Centro Pompidou), pero el edificio de la aseguradora Lloyd’s, junto al Leadenhall Market en la City, es una maravilla arquitectónica que me deja sin palabras. Fue diseñado por Richard Rogers e inaugurado en 1986. Es, sin duda, mi edificio favorito en Londres.En realidad es más que un simple edificio de oficinas. Influenciado por el proyecto Plug-in-City, del grupo arquitectónico vanguardista Archigram en la década de los 60, el edificio es considerado una fábrica en la que la gente es la materia prima a procesar pero donde dicha gente debe disfrutar de la experiencia.Conocido también como el edificio Inside-Out o edificio del revés, tiene todos sus servicios a la vista en el exterior, como los ascensores, las escaleras, las tuberías o los conductos eléctricos, dando una imagen fría y industrial por fuera pero dejando lugar en el interior para el espacio de oficinas más alucinante que he visto.Al mirar hacia arriba desde la sala principal en la planta baja, se pueden ver las diversas galerías de cada planta formando un inmenso atrio de 60 metros de altura iluminado con luz natural a través de la bóveda de cañón de cristal que lo corona.En la planta décimo primera, además de las increibles vistas, se encuentra la Adam Room, un salón del siglo XVIII traido pieza por pieza del antiguo edificio Lloyd’s, que añade más contraste si cabe a una construcción donde la alta tecnología y la tradición viven en armonía.El único problema de este espectacular edificio es que solo lo pueden disfrutar un puñado de corredores de seguros y sus compinches. Su interior está reservado a los trabajadores de Lloyd’s y para visitarlo hay que pedir cita y esperar o intentar conseguir hueco en el próximo Open House que se celebrará como todos los años en septiembre. Mientras tanto podéis conocerlo a través de su visita virtual. Lloyd’s, un edificio del revés