Así, sin avisar -como debe ser-, comenzamos con una microsección que durará lo que el Mundial de Brasil: un mes y monedas de charlas futboleras. El Mundial nos servirá como excusa para bucear en las vivencias y los pensamientos de músicos y periodistas argentinos acerca del deporte más popular en nuestro país y en el mundo. Jueguen con nosotros, que se van a divertir.
Da el puntapié inicial Pol Neiman, músico todoterreno que a principios de año editó monO, un bonito EP de cinco canciones que pueden escuchar aquí. Disfrútenlo:
UN RACINGUISTA NO TAN FUTBOLERO
¿Hincha de?
De Racing, como vos.
¿Sos de Avellaneda o ser de Racing es una herencia familiar?
Soy de Racing por mi abuelo. Pero la verdad es que de chico era de Boca por un tío que me llevaba a la Bombonera cuando venía de Tucumán. Luego me hice de River porque quería más a mi otro tío (risas). Después, un día estaba con un amigo y Racing había salido campeón de algo... y dijimos "seamos de Racing" (risas). Y pensé en mi abuelo.
¿Qué torneo, la Supercopa del ’88?
Exactamente. Ahí tenía 18 años, y ya quedé de Racing. Era como un barrilete del fútbol, no tenía identidad. Y a Racing lo sigo por épocas, en general cuando me rodeo de gente que es muy fanática del fútbol, entonces me pongo las pilas para no quedar tanto en orsai.
Disfruto mucho del espectáculo, me gustan los mundiales, el fútbol europeo...
Pero si te digo que me des alguna formación de Racing estás al horno, ¿o sabés?
Estoy al horno. Además vengo de una larga temporada sin saber nada. Mi memoria tampoco ayuda y, después, tengo un problema muy grande con lo que sucede socialmente con el fútbol: la violencia, el fanatismo exacerbado, la rivalización...
La frase “Cemento bien lejos / No quiero dolor / Locura del mal / Oscura pasión / Cegarme de más”... ¿puede aplicarse tranquilamente a lo que te aleja del fútbol?
¡Seguro! Viste que la mirada de otros sobre las propias letras aporta eso. Aunque la canción hable de otra cosa, claro.
Las veces que fui a la cancha sentí por donde viene la cosa y hace años que no voy. Nunca fui por motor propio: si no me llevaban, no arrancaba. Pero sí, está esa ceguera que se banca hasta que se transforma en violencia injustificada. Quizás la mejor descripción de eso sea La bengala perdida.
Digamos que tu relación con el fútbol siempre fue más empujado por terceros, casi una obligación por ser argentino.
Probablemente, y a veces siento una suerte de culpa por eso.
Y te cuento una historia: cuando tenía 9 años, jugábamos con un amigo al fútbol a la vuelta de mi casa y la pelota fue a parar a la vereda de enfrente. Un chico se acercó para devolvérnosla… Y de repente pasa un colectivo que lo hace sandwich contra un auto que estaba estacionado. Quedó tirado en el piso sangrando. Y nosotros nos fuimos corriendo a mi casa súper angustiados. Supongo que algún trauma hay ahí con el tema fútbol.
Tremendo. ¿Seguiste jugando al fútbol con los años, o tampoco?
Sí y me gusta mucho. Jugué mucho en los años chilingos; con Vicentico también se armaban buenos partidos. Ahora hace mucho que no juego. Además siempre fui bastante malo. Cuando jugaba seguido progresaba, pero luego dejaba de jugar y volvia al estado momia habitual (risas).
¿Puesto? ¿Defensor rústico o goleador pescador?
Era 100% goleador pescador.
Bien, la mejor de las dos opciones.
Además fui capitán en la adolescencia, de un equipo que bauticé Estirpe y Disciplina. Un equipo de amigos, claro. Jugábamos torneos, pero era muy informal todo: íbamos a jugar sin dormir después de ir a ver a Los Piojos en el Arlequines, todos resacosos. "Estirpe y Disciplina"... ¡La ironía ante todo! (Risas).
¿Tenés ídolos futboleros equiparables a los musicales, o ni cerca?
Admiro a muchos. Los obvios: Maradona, Messi, Kempes, Pelé, Garrincha... Hugo Lamadrid (risas). Pero como los musicales, no.
La banda futbolera de Vicentico (circa 2002). De izquierda a derecha, arriba: Matías Ruiz, Ropi Herraz, Leandro Bulacio, Marcelo Muir, Dani Castro, Dani Buira. Abajo: Ervin Stutz, Juampi Di Saverio, Vicentico, Pol y el niño Florián Fernández Capello.
EL FÚTBOL, DE CERCA
¿Vos estabas entre los miembros de La Chilinga que grabaron la apertura para El Aguante?
Claro, yo era el que tocaba el silbato. Nunca encontré el video en internet.
¿Fue la única intervención musical-futbolera o tuviste otras? La percusión y el fútbol tienen cierta relación, porque la murga y el fútbol van de la mano.
Creo que fue la única. Con la murga me pasa algo parecido: la entiendo, pero al no tener un desarrollo en lo musical, al menos masivamente, en lo popular.... me aburre.
Pará: ¿vos no estabas cuando Maradona cayó al Obras de Los Piojos?
Sí, yo toqué en esos Obras, tenés razón. Estaba por subir a tocar Fasolita con un bombo de murga ya calzado, y aparece el Diego con Coppola al lado mío, me pide la maza y empieza a tocar.
¡¿Se subió tocando?!
No, no, esto fue atrás. Él subía más tarde. Aparecieron al lado mío en el backstage, Diego me dijo algo que no recuerdo del bombo y me pidió la maza. Y le pegó tres o cuatro veces haciendo “eeeeh”, ¡muy argentino todo! (Risas).
¡Podemos decir que tocaste con él! (Risas).
¡Sí! Después con Vicentico fuimos a tocar al programa que tenía Diego [La noche del Diez].
¿Buena onda el tipo, o no le pasaste ni cerca esa vez?
Sí, vino a saludarnos al camarín. Y a los ensayos de Los Piojos venía mucho el Rifle Pandolfi, que era bastante amigo. Y el Negro Gómez... Go negro go.
¿El negro de la canción es él?
Así se dice, yo no lo sé...
Al final, sin ser tan futbolero tenés millones de historias graciosas.
Sí, y toqué en los estadios de Boca, de River, de All Boys, de Atlanta...
¿Qué se ve desde el escenario?
Desde adelante se ve todo, después ves muchas cabecitas... ¡Se ve como un tapiz!
Para ir cerrando, vos viviste desde adentro el rock de estadios de los ’90, que siempre es señalado como un rock futbolero. ¿Qué te parece la famosa "futbolización", viéndolo desde hoy?
Yo lo identifico mas como un rock menemista que como futbolero, pero creo que tiene que ver por algunos códigos sociales similares. La explosión de los Redondos, Los Piojos y La Renga... Siento que lo que eso le dejó a la música no está tan bueno. Sí lo que fue y significó en el momento.Pero una gran parte se estancó: no entiendo a los grupos de ahora que toman aquello como referente e intentan reproducirlo.
Fue esa generación y ese momento. Cuando decís menemista, supongo que te referís a que fueron un emergente lógico, algo así como un refugio para los pibes que no tenían desde la política algo que los amparase, ¿cierto?
Claro, fue un fenómeno social la evolución de estas bandas, no sólo musical. No sé si en otro contexto político y social Los Piojos o los Redondos hubiesen estallado tal como sucedió. Y ojo que no pongo en juicio lo musical, las de esa época son bandas que me gustan, con las que he tocado y compartido
Para cerrar... Ahora que sé que sos de Racing, y leyendo tus letras... “Perder contigo es costumbre / Me acostumbré, es verdad / Ya no sé bien dónde voy / Vivo pidiéndole a un dios / Una alegría de dos”. ¡Esto es para Racing! (Risas).
¡Y bueno, el inconsciente también labura, che! (Risas finales).
*Pol Neiman presenta las canciones de su nuevo EP, monO, este jueves 12 de junio a las 21 horas. La cita es en Makena Cantina Club (Fitz Roy 1519, Palermo, Buenos Aires), y lo acompañará su banda La Esencia y Álvaro Torres en teclados. Artista invitado: Nahuel Briones. Entradas: $40.
[Foto de Pol: Martín Perelstein.
Foto de la Banda Futbolera: Sebastián Arpesella.]