Revista Sociedad

Lo bueno de desestructurar tu vida

Publicado el 29 noviembre 2013 por Bloggermam

lego-sculptureEn ocasiones, probablemente más de las que queremos reconocer, la vida que llevamos difiere bastante de la que habíamos proyectado. Sin querer estamos construyendo mal, movidos por los imprevistos, por los malos consejos, o por el movimiento del rebaño que nos coacciona para hacer lo que sea necesario con tal de no ser excluido. La lista de excusas para hacer las cosas mal es enorme y cada uno tendrá su propio repertorio de estupideces tatuado en lo más profundo de su ser.

Que tu vida se haya desestructurado completamente lejos de ser malo puede ser incluso bueno.

De hecho si tu vida se ha venido abajo es porque el edificio tenía malos cimientos o estaba  mal construido en cualquier caso se iba a venir abajo, salvo que te dedicaras a hacer constantes chapuzas para mantenerlo en pie contra viento y marea, pero es un esfuerzo ímprobo. Un gasto en el que puedes quemar mucho más de lo que tienes y sin ninguna garantía de éxito.

Independientemente del porqué, cuando algo se construye mal, está destinado a colapsarse sobre sí mismo, dejándote tirado en el suelo rodeado de una montaña de escombros aparentemente informes, sucios e inservibles.

Sin embargo tras los lamentos debes fijarte que en realidad las ruinas que te rodean metafóricamente no son basura inútil. Cuando tu vida se derrumba, puedes verte rodeado de todas esas piezas que formaban tu vida anterior –como los ladrillos de una construcción de lego-, unas claramente no sirven, otras te das cuenta que ni tan siquiera eran tuyas y encajaban mal, pero llegará un momento que puedas identificar partes buenas de ti.

Sólo tienes que mirar detenidamente y ver esas piezas separadas de todas las demás, de modo que puedes observar, en tu miseria, cada uno de los ladrillos de ti mismo. Incluso podrás darte cuenta de partes de ti que no conocías, que habías olvidado, o que estaban ocultas tras otras piezas. Son cualidades que en este momento están tiradas por el suelo, pero que son las que te volverán a poner de pie.

De modo que una vez que tienes identificados esos buenos ladrillos de tu persona debes usarlos para volver a construir tu vida. Debes comenzar a construir nuevamente. Ten en cuenta que los ladrillos importantes son los tuyos y los tienes todos a la vista gracias a la desestructuración y además esta vez tienes mucha más experiencia.

Aunque claro algo bien construido tampoco tiene una garantía de permanecer de pie por siempre. En cualquier momento puede venir un cataclismo, un Godzilla de turno o un meteorito que te derribe nuevamente. Pero en ese caso ya sabes lo que hay que hacer: mirar los ladrillos que tienes, limpiarlos y volver a colocarlos pensando que nadie mejor que tú sabe lo que pueden aguantar y lo que quieres que protejan.

Nunca hay que rendirse, la lucha es constante en todos los momentos, sólo hay que tener un poco de vista para tratar de colocar las piezas bien y nunca se sabe, puedes encontrar a alguien que quiera compartir sus piezas para construir algo nuevo, más bello y mucho mejor.

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