Pasados los comicios del pasado domingo, con ‘quemaduras’ y resacas triunfalistas, viene la hora de la calma y del trabajo en serio.
A todos los elegidos les viene ahora el reto de organizar su estructura para encarar a partir de 2020, los desafíos a los que se comprometieron y a los que apenas van a conocer durante el empalme.
Si bien es cierto que la satisfacción de necesidades básicas es prioritaria, también es cierto que no son las únicas. Desde luego poder proveer a las poblaciones de buenas condiciones en salud pública, educación, servicios públicos e infraestructura vial, entre otros temas es vital y urgente, los gobernantes elegidos deben ver cómo esos grandes problemas pueden ser resueltos no solamente de manera rápida, sino a la vez, de manera estructural, creativa y costo-eficiente.
Eso implica pensar con sentido de innovación ¿Cómo las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones podrían servir para ese propósito? Muchos de estos temas, como los servicios públicos, por ejemplo, podrían beneficiarse de tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad aumentada para ser más eficientes; la salud pública, entre tanto, podría servirse de Big Data para la compilación de información sobre tendencias y con inteligencia artificial, predecir comportamientos de virus y otros fenómenos, y así adaptar su capacidad instalada en determinados momentos del año para atender mejor y a más pacientes en cada situación.
La semaforización, la distribución del pie de fuerza, la movilidad y muchos otros temas podrían ser resueltos de esta manera. Una forma es apoyando la Academia y estimulando el emprendimiento para que sea el sector privado local el que pueda proveer de buena parte de las soluciones y, de paso, atacaría otro problema: La generación de empleo.
Cada gobernante debe pensar en transformar la educación para una nueva generación más visionaria; no resistimos gobiernos que piensen a corto plazo.
A alcaldes y gobernadores les viene el reto de implementar estas soluciones y a nosotros los ciudadanos, hacer el control y demandar este tipo de alternativas donde la innovación sea la bandera. Si elegimos, debemos hacer seguimiento; la gobernanza es de todos.
Nota: columna publicada originalmente en Vanguardia el día 31 de octubre de 2019