Lo importante no es UPyD, es España

Una vez encaminada la deriva interna, no conviene dedicarle más tiempo del preciso ni que sacrifiquemos más esfuerzos que los estrictamente necesarios, así que la tropa de UPyD se centra en cumplir el cometido que le viene impuesto desde su propia su conciencia. El primer episodio es tristey trágico ya que nos cita en una concentración para lamentar la muerte de un ‘sin techo’ en un albergue de Sevilla gestionado por una empresa privada que recibe 6 millones de euros del Ayuntamiento y por tanto procedentes del dinero de los sevillanos. Es la tercera muerte en pocos meses que no encuentra explicación por parte del gobierno local ni de la susodicha empresa con ánimo de lucro que responde al nombre de Grupo 5.

Ya en octubre pasado, UPyD en Sevilla presentó un escrito en el Ayuntamiento pidiendo explicaciones ante un suceso similar y solicitando permiso para acceder a los albergues, sin que el gobierno local socialista nos haya contestado. Desde fuera de la institución municipal, nos hemos interesado por este asunto mucho más que aquellos otros partidos que sí obtuvieron concejalías.

Esto es UPyD y en esto queremos centrar nuestras energías, porque lo importante no es el partido sino la sociedad en la que vivimos. UPyD no es más que un instrumento, es la herramienta que queremos utilizar para transformar el entorno que nos rodea. UPyD es el proyecto teórico que anhelamos convertir en realidad. Y ahora además lo hacemos con una sonrisa.

En sólo unos días y con unas pocas frases Gorka Maneiro ha conseguido que el ánimo regrese a los militantes de UPyD y que el malhadado año 2015 empiece a ser un recuerdo a borrar de nuestras mentes a base de esfuerzo y dedicación. “Qué poco necesitábamos para reaccionar”. La esperanza se ha adueñado de las bases magentas con sólo sentir desde la cima de la organización ligeras brisas de cambio que aún deberán fraguar en vientos de aire fresco, y que nosotros deberemos hacer que supongan una tempestad de aliento para la alicaída sociedad española.

Pierdan la esperanza quienes pretendan dejarnos sin instrumento porque no vamos a renunciar ni a un insignificante paipai. Necesitamos la herramienta completa y todos sus utensilios porque confiamos en disponer cada vez de más manos para afrontar esta empresa.