Revista Viajes

Lo imprescindible que hay que ver en El Vaticano

Por Viajeros

Cuatro citas imprescindibles en El Vaticano

Basílica de San Pedro: La más imponente y significativa para los cristianos. Es gigante y celestial. Tiene 218 m de longitud y casi 136 m de altura hasta su cúpula en una superficie de más de 2 hectáreas. En su interior puede albergar a casi 60.000 personas. Según la historia, aquí yace la tumba de uno de los doce apóstoles de Jesús: San Pedro. Entre sus arquitectos y artistas originales se cuentan a los grandiosos Bramante, Rafael, Miguel Ángel y Bernini. No debéis pagar entrada para acceder, pero sí pasaréis por un control de seguridad, por lo que es conveniente que seáis pacientes. Para acceder a su cúpula sí deberéis pagar, pero la vista de Roma lo vale.

cupula san pedro el vaticano Lo imprescindible que hay que ver en El Vaticano

Plaza de San Pedro: Es una gran explanada con forma de trapezoide que precede a la Basílica. Las columnas en estilo dórico que bordean dos de los lados de la plaza aumentan su sensación de espacio y la engrandecen en todos los sentidos de la palabra. Una foto con el fondo de la Basílica es un deber en el Vaticano.

Los Museos Vaticanos: Son parte de un complejo de edificios que corresponden al Palacio Apostólico, sede oficial del Papa y la puerta de entrada al museo más importante: La Capilla Sixtina. Se trata de un grupo de casi 20 museos que protegen una impresionate colección de obras de todo tipo. Los que no deberíais perderos son: Museo de Egipto, Museo Pío Clementino, Galerías de los Mapas Antiguos, Las Estancias de Rafael, Museo Gregoriano Profano.

Y por supuesto la Capilla Sixtina

La Capilla Sixtina: Está a la derecha de la Basílica y es admirada por su arquitectura y decoración, realizada por artistas de la talla de Rafael y Miguel Ángel. Los frescos de su techo y de las paredes laterales están dotados de tanto detalle que es imposible para la vista abarcarlo todo. Aquí descansan frescos como La Creación de Adán y El Juicio Final,  obras maestras de Miguel Ángel entre los años 1508 y 1541. Con esta visita os podríais dar por cerrada vuestra visita al Vaticano.

 


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