Siguiendo con lo aprendido en las jornadas de eSalud en Ávila, me gustaría compartir con vosotros un interesante concepto que se comentó y desató mi imaginación sobre un posible cambio en la estrategia de nuestros sistemas de información sanitarios.
Hablando sobre Medora, la historia clínica electrónica de Castilla y León, se comentó una característica con un tremendo potencial, desde mi punto de vista: Medora offline.
Consiste en la instalación local de la aplicación (es decir, que no precisa ningún tipo de conexión) en un portátil que es usado por los profesionales cuando van a atender a poblaciones rurales con problemas de conectividad (o sin ella, directamente).
Cuando pude preguntar un poco más sobre su funcionamiento, pude saber que la información clínica se precargaba en el portátil antes de salir a su destino de trabajo. Pongamos un ejemplo. El portátil asignado a la aldea X, precarga durante la noche anterior al día de consulta toda la información clínica del cupo que corresponde a dicha aldea. El profesional se lleva el portátil, pasa su consulta y cuando vuelve al centro de referencia, conecta el portátil para que los nuevos datos se sincronicen con la base de datos centralizada. Además, si existiera alguna actualización de la aplicación, también se llevaría a cabo en este momento. ¡Me pareció una estrategia fascinante, muy inteligente y con mucho potencial!
Uno de los puntos débiles señalados por lo ponentes que hablaron sobre Medora (profesionales que trabajaban con la aplicación día a día) era la ocasional lentitud que afectaba a la plataforma. Estas “lentitudes ocasionales” son características de las plataformas que trabajan de forma centralizada. Como desconozco el funcionamiento interno de Medora, introduciré el problema que motivó mi reflexión con la historia clínica electrónica que mejor conozco: Diraya. Cuando un profesional está trabajando con Diraya, la aplicación se está ejecutando en realidad en un servidor centralizado. Por este motivo, si hay un fallo en las conexiones o una caída en la velocidad de las mismas (motivada, por ejemplo, por una sobrecarga), la aplicación se enlentece o incluso puede llegar a bloquearse, con el consiguiente perjuicio al buen ritmo de la consulta.
No es la intención de esta entrada criticar ni debatir en detalle el modelo centralizado de nuestros sistemas de información pero, al conocer la posibilidad de un ‘modo offline’, pensé: “Pues si yo fuera médico en un centro de salud de Castilla y León sin problemas de conectividad, pediría que me pusieran el ‘modo offline’ voluntariamente”.
- ¿Qué ganaría? Pues una aplicación con un perfecto rendimiento que no se vería afectada por cortes de conexión y, si me apuras, de luz, pues podría funcionar en un portátil, sin dependencias externas.
- ¿Qué perdería? La inmediatez de los cambios que pueda sufrir la información desde la última sincronización (imaginemos, cada noche) hasta la hora de la consulta… pero, ¿necesitamos realmente que la información esté disponible en tiempo real en, digamos, una consulta de Atención Primaria? Desde mi punto de vista, rotundamente no. Es más, si la aplicación se bloquea, es que no se tiene ninguna información en absoluto, ¿verdad?
- ¿Os imagináis el potencial que tendría este ‘modo offline’ para las visitas domiciliarias?
- ¿Qué primaría para vosotros? ¿Una aplicación que funcione de manera fluida o una aplicación que, por la remota posibilidad de tener información nueva desde la última sincronización, tenga “cortes ocasionales”? Porque, seamos sinceros, los enlentecimientos y cortes en la aplicación no suelen ser tan ocasionales como nos pretenden hacer creer… y si no que se lo pregunten a los que trabajan de verdad con la aplicación.
- ¿Qué necesitaríamos? Que nuestro equipo tuviera precargada la información de nuestro cupo… incluso, si me apuras, la información de los pacientes citados ese día.
- ¿Qué pasaría con las consultas no programadas? Podríamos tener la posibilidad de cambiar al ‘modo online’ de una forma cómoda.
Estoy seguro de que estas palabras generarán opiniones en contra en plan “¡pero qué locura está diciendo este hombre!”… a mi mismo se me ocurren muchas mientras escribo esta entrada, pero creo que es un debate muy interesante a pesar de que pueda parecer una tontería o desfasado hablar hoy día de que algo sea ‘offline’.
¿Por qué no proponer un modelo mixto ‘online-offline’ que pueda desahogar nuestras redes de comunicaciones? Un modelo en el que bases de datos locales van sincronizando su información con un repositorio centralizado. Las sincronizaciones no tendrían por qué ocurrir en momentos concretos, pudiéndose hacer de forma coordinada y continua en base a la disponibilidad de ancho de banda. Las aplicaciones podrían ejecutarse localmente, siendo la información la que viaja, no los programas, que podrían tener un modelo de actualizaciones similar a los sistemas operativos que tenemos en nuestros ordenadores personales.
Aunque soy un aficionado a la Informática y la tecnología, no soy ningún experto… percibo que puedo estar diciendo una verdadera barbaridad desde el punto de vista técnico pero… tampoco estoy del todo seguro. A veces, un buen cambio puede surgir a partir de un punto de vista que parece una locura, ¿no creéis? Sinceramente, me gustaría leer vuestras opiniones al respecto.