Decimos que algo esirracional cuando no tenemos ninguna creencia o teoría científica que lo explique, de esta forma salvaguardamos las creencias a las que les hemos cedido nuestro poder. En realidad, algo que nuestra razón no entienda es un reto precioso para crear una nueva teoría que lo explique; pero en nuestra educación nunca se activó nuestro poder de creadores de creencias y teorías, es decir, nuestro espíritu científico. Precisamente por esto cedemos nuestro poder a las creencias ya establecidas y avaladas por las autoridades de nuestra cultura o familia.
La raíz cuadrada de - 1 parecía algo absolutamente irracional, hasta que se creó la Teoría de los Números Complejos, entonces no sólo dejó de serlo, sino que incluso se encontró un resultado, un nuevo número: i
Dejemos de acusar a algo de irracional y atrevámonos a pisar la raya de nuestras creencias limitantes, la raya que marcó alguna autoridad; saquemos a nuestro adolescente sabio para tener el valor de hacerlo, el valor para ser más grandes que nuestras creencias limitantes. Luego saquemos a nuestro niño sabio para que explore sin juicios, desde el espíritu científico. Finalmente nuestro adulto sabio sabrá estructurar una nueva teoría desde la que pensar y quitar el adjetivo de irracional a hechos que no entendemos. Pero no olvidemos a nuestro anciano sabio: él sabrá cómo unir todas las nuevas teorías para que se nutran entre sí, pues goza de la visión de conjunto. Así, querido lector, que ya sabes: tienes el recurso de la Sabiduría de las Edades para dejar de tildar a algo de irracional, ¿te animas ...?