Apenas comienza el año y ya estamos con el eterno pleito de las películas mexicanas. Que si hay que apoyar el cine mexicano, que son comedias baratas que salen muy caras, que no es lo mismo México que Hollywood, bla, bla, bla. Con seguridad les digo que no es necesario desembolsar millones y millones de pesos para hacer una buena película; y no me refiero a los dramas o documentales que generalmente les quedan muy bien, sino a las comedias, porque hasta para eso hay que tener gracia. Una cara bonita no es suficiente para aguantar hora y media de actuaciones espantosas y un guion lleno de frases hechas y un humor soso.
De qué va: Desde que tiene uso de razón, Mónica (Dana Paola) ha estado enamorada del mejor amigo de su medio hermano, Juan Pablo (Alosian Vivancos). Para su mala suerteJuan Pablo conoce a Susana (Marjorie De Sousa) y decide que es la mujer de su vida, por lo que Mónica tendrá que elaborar un plan para separarlos.Tal vez lo más fácil sería mandar esta “película”, que tiene toda la pinta de telenovela de Televisa, escrita y dirigida por René Bueno (Recién Cazado), a engrosar las filas de nuestra lastimera sección: Las N cosas que pensé mientras… pero estoy tan enojada con ella que esta vez no intentaré siquiera rescatarla con una crítica chistosa, ya que me hicieron perder más de noventa minutos de mi vida con este bodrio.
El cine comercial mexicano parece no aprender nada de sus errores, es más, da la impresión de que les vale gorro lo que cualquiera pueda decir sobre él, a menos que sean todas esas notas que provienen de los besa traseros vendidos que les da por echarles flores. Todo es tan artificial en esta película como el bucle perfecto de la mamá de la protagonista a las siete de la mañana. Los comerciales que impregnan en repetidas ocasiones la pantalla son de muy mal gusto, pero lo peor de todo resultó ser el modo de hablar del reparto juvenil, en verdad insoportable. ¿Esa es la imagen de los jóvenes que quieren proyectar? ¿Es eso a lo que quieren que aspire nuestra juventud? ¡No inventen! No es un acento fresa forzado intencionalmente como en Nosotros los Nobles, es la vocecita chillona de una niña consentida. ¡No es chistoso para nada!
La cinta tiene un intro muy ingenioso, por cinco minutos promete no ir a parar directamente al caño, pero al minuto diez ya la odias. Tal vez, y digo tal vez, esa parte donde intercalan las escenas de películas clásicas puede resultar agradable, pero no se hace ¡UNO! de los actores, lo que tienen de bonitos lo tienen de malos para actuar.
Estamos en enero del 2018 y ya tenemos la peor película del año, por desgracia una película mexicana. No crea que esta es de esas películas malas que de tan malas te da un ataque de risa, ni siquiera sirve para desconectar la neurona y tontear un rato. La única emoción que despiertan son las ganas de salir huyendo de la sala antes de que los oídos comiencen a sangrar por escuchar tanta estupidez.
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