
Guau guau, entramos en la zona de temperatura alta de la lista, aquellos discos que se han quedado rozando la gloria, pero que son extraordinarios trabajos desde mi punto de vista y que desde luego han sonado muy mucho en mis reproductores, pc, radio, coche, cadena de casa, etc... Aquí hay discos de dos mitos brutales, que editaron su último trabajo antes de morir, una banda veterana que sigue sacando discazos de buen rock potente, una banda noventera que vive una segunda juventud maravillosa y una bandaza también nacida en los 90, que a día de hoy no falla en cada álbum que saca.

El 8 de enero y coincidiendo con su cumpleaños, David Bowie editaba el que sería unos días después su testamento musical, ya que el 10 de enero fallecía en New York a los 69 años de un cáncer que no pudo superar. Ya en 2014 cuando editó el recopilatorio Nothing has changed por sus 50 años en la música, incluyó algún tema nuevo que sería el avance que luego iría en este disco, ya que tanto esa canción como su cara B forman parte del nuevo trabajo. Así pues, de los 7 temas nuevos, dos eran ya conocidos, y nos dejaban claro por donde irían los tiros, ambientes y atmósferas donde la esencia jazzística predomina (pero sin tocar jazz, sólo como adorno) y como no, explorando, innovando, creando composiciones largas ajenas a cánones radiables y llenas de mensajes en clave, ahí es donde volvía el David Bowie enigmático. El enigma ya partía del título, una estrella negra de 5 puntas, emblema de una obra que mezcla angustia y melancolía, otra nueva invención de un visionario y mejor alquimista del rock ya casi en los 70. Recordar que aquí se ha rodeado de otros músicos diferentes, y sólo le aguanta su productor de confianza, Tony Visconti. Pero claro, luego nos dimos cuenta, estaba anunciando su muerte a su manera, sería una estrella negra en el cielo.
A mi ya era un disco que me llamaba la atención, pero es evidente que con el paso del año ha ganado infinito.
Os dejo con el tema Lazarus, que daba pie al musical...

Otro que se nos ha ido a los 82 años, y que nos dejó legado musical antes de morir, fue el candiense Leonard Cohen. Editó You want it darker, su legado definitivo donde habla del final de la vida y el encuentro con Dios, es evidente que sabía que llegaba su adios. Un disco producido por su hijo Adam Cohen y donde a parte de ser un tremendo disco, estremece escucharle, como siempre me ha pasado con él, una voz que se te mete hasta los adentros y un personaje cuya modestia asustaba de la grande que era. Nos deja muy huérfanos Mr. Cohen, su manera de explorar temas como la religión, la política, el aislamiento o la sexualidad, le convirtieron en un cantante fascinante y a la vez enigmático, acompañado de una voz grave de esas que se te meten hasta el tuétano.
Os dejo con Traveling light, quizás mi tema favorito del disco, aunque todos lo son, vaya coros.

Una banda veterana inglesa, aunque asentada en Estados Unidos y con sonido muy americano, son The Cult. Una de las bandas que son apuesta segura y cuyo rock duro que practican es de los pocos a día de hoy que lo hacen a un enorme nivel, nunca defraudan, por eso ya es sólo una buena noticia. Según palabras de propio Ian Astbury: "Born into this (2007), Choice of weapon (2012) y este nuevo trabajo conforman una trilogía espiritual de redención, mezcla de culturas e invocación a los espíritus de los viejos nativos americanos". Asunto este último recurrente en muchas partes de su discografía en discos como Sonic Temple o Ceremony, por ejemplo. Pero para mi The Cult es un grupo muy especial, que siempre me ha transmitido muy buenas vibraciones y a los que he visto en vivo y me han convencido totalmente.
Ian Astbury a la voz, Billy Duffy a la guitarra solista, John Tempesta a la batería, Grant Fitzpatrick al bajo y Damon Fox al teclado y segunda guitarra sigue siendo la formación actual que sigue sonando como un rodillo. Aunque Chris Channey ha sido el que ha grabado el bajo en el disco de estudio.
Os dejo con el vídeo del temazo llamado GOAT.

