Casi que no. Hasta Diana Ospina, mi querida amiga y mi compañera usual en esta página y en este blog, se preocupó por mi ausencia. Por fortuna, todo se debió a unas vacaciones que me alegraron la vida. Y aunque lo lógico sería comenzar con las críticas que siguen pendientes, como ya “se acabó este año” es necesario seguir escogiendo lo que para mí fue lo mejor de la década (ya saben que Diana también tiene su propia versión, que pueden leer en post anteriores) antes de que el 2010 termine y la lista deje de tener sentido. Esto es, entonces, según mi opinión, lo mejor de 2005.
El niño: Lo mejor de los hermanos Dardenne es que su cine sirve para que aquellos que ven sus películas no crean más en el mito de que Europa es un mundo perfecto donde todos están bien. Y el padre de la criatura, el aquí inmenso Jérémie Renier, me recuerda, no sé por qué, a muchos de los inconscientes adolescentes que nos rodean.
Una historia de violencia: Casi 6 años después de verla, aún recuerdo la sensación que me produjo la última secuencia de esta cinta, en una cocina silenciosa e la que una familia se sentaba a comer. Era como si el pasado de un hombre volviera a reclamarle por la felicidad de su presente. Y la escena de sexo entre Mortensen y María Bello puede ser una de las mejores que he visto en la vida.
El jardinero fiel: Yo recuerdo el miedo que tenía por comprobar si Fernando Meirelles era capaz de mantener el pulso firme que nos sorprendió a todos en Ciudad de Dios. No sólo lo hizo, sino que manejó de la mejor manera el recital de actuación que dan Ralph Fiennes y Rachel Weisz en esta historia lúcida y deprimente, es decir, maravillosa.
Match point: Gente que amo espera siempre que Woody Allen no actúe en sus películas para que les gusten más. Con esta historia, un Crimen y castigo en una versión postmoderna (en la que el malo no pierde), todos nos enamoramos de Scarlett Johansson, nos emocionamos con una banda sonora a pura ópera y recordamos al gran contador de historias que puede ser Allen.
El aura: ¿Por qué se murió Fabián Bielinsky? Cada vez que veo esta película casi perfecta, esta historia universal en la que Ricardo Darín vuelve a mostrar toda su calidad y su magnífica presencia en pantalla, pienso con pesar qué más habría podido hacer el director argentino si la vida no se le hubiera acabado tan rápido.
Lo mejor de la década: 2005 originalmente publicado en www.ochoymedio.info/blog en Nov 8, 2010.