Revista Cómics

Lo mejor del 2016 (II): Reediciones y clásicos

Publicado el 09 enero 2017 por Alvaropons

ACTUALIZACIÓN DEL POST ANTERIOR: se me pasó hablar de dos obras realmente interesantes: Hopper, de F.H.Navarro (http://www.cachalotecomix.com/hopper), un webcómic que aprovecha las nuevas opciones narrativas que da la publicación digital desde una fascinante revisión poética de la geometría. Junto a esta obra, el interesante debut de Laura Pérez y Pablo Monforte en Náufragos (Salamandra Graphic), una historia de amor y desamor que se atreve con una fuerte carga literaria para asimilarla con naturalidad.

Y sigo ya con el post de hoy:

Si algo está caracterizando los últimos años es la efervescencia publicadora de recopilaciones en formato integral. Es cierto que la moda tuvo más que ver con el aprovechamiento del filón nostálgico que con la necesaria presencia continuada de los clásicos de la historieta en las librerías, pero poco a poco se ha consolidado como una excelente opción para recuperar obras que es necesario que estén al alcance de todos. La posibilidad de reducir tiradas hasta hacerlas casi a demanda, el espectacular abaratamiento de costes de preimpresión e impresión y una distribución que ya no requiere de mínimos se han aliado con los deseos de muchos lectores que querían recuperar lecturas de su juventud, indudablemente, pero también ha favorecido que determinadas obras que no entran de forma específica en esa categorización se recuperen para nuevos lectores. O, simplemente, porque sus ediciones anteriores no estuvieron al nivel de la obra y es necesario reivindicarlas.
La lista es imponente y es casi imposible hacer una selección dada su naturaleza de obras maestras, pero vais a permitir hacer una pequeña selección de sugerencias que encabezarían esta docenita:

  1. Impresiones de la isla, de Carlos Portela y Fernando Iglesias (Retranca)
  2. El teniente Blueberry Integral, de Charlier y Giraud (Norma Editorial)
  3. Gastón el gafe, de Franquin (Norma Editorial)
  4. Historias de Taberna Galáctica, de Josep Mª Beà (Trilita Ediciones)
  5. Ayako, de Osamu Tezuka (PlanetaCómic)
  6. Pequeño Vampir, de Joann Sfar (Fulgencio Pimentel)
  7. Contra Raúl, de Raúl (Ponent Mon)
  8. Perramus, de Juan Saturain y Alberto Breccia (001 Ediciones)
  9. Extraño, de Steve Ditko y Stan Lee (Panini)
  10. Benito Sansón, de Peyo (Dolmen)
  11. Historias del barrio, de Seguí y Beltrán (Astiberrri)
  12. Las aventuras de M, de Manel Gimeno (Reino de Cordelia)

impresiones

Impresiones de la Isla es, a mi entender, uno de los grandes tebeos de la historia de este país. Un homenaje irredento a la historia del tebeo, de Explorigator a Krazy Kat, que sabe encontrar caminos propios a través de la indagación en un surrealismo vintage simplemente encantador y delicioso. De El teniente Blueberry, poco más se puede decir, es un clásico inexcusable. Igual que Gastón el gafe, mi serie preferida de Franquin que Norma publica con el cariño necesario para hacer olvidar desastres anteriores. De las Historias de Taberna Galáctica del Beà solo puedo decir que forman parte de mi educación sentimental como lector, pero además que son un festejo continuo de la ciencia-ficción desde una visión satírica que entronca desvergonzadamente con el teatro del absurdo. Ayako me parece una obra sublime sobre la miseria del ser humano, un catálogo de la depravación a la que puede llegar nuestra especie que debe ser leído. Pequeño Vampir es una delicia, uno de esos tebeos infantiles que los adultos debemos leer sin ningún tipo de prejuicio para poder disfrutar, de nuevo, del placer de leer como un niño. Perramus es un compendio de lo que es Argentina, una ficción que resulta un retrato fiel de un país tan desconocido como próximo. El Dr. Extraño de Ditko y Lee es puro delirio, es pop-art en estado de gracia superheroica, naif y hippy, delicioso. Benito Sansón (o Benet Tallaferro, como yo lo conocí en Cavall Fort) es mi serie preferida de Peyo, por encima –siento la herejía- de Johan y Pirluit o Los Pitufos. Cosa de la nostalgia y de, creo, la excelente mezcla de superhéroes y género negro que consigue Peyo (con la gran ayuda de Will) en esta serie. Historias del barrio crece en cada lectura y, a cada nuevo repaso, me parece una obra todavía más importante, sin duda, una de las grandes obras del cómic español de la última década. Y dejo como última a una pasión particular, más este año, como ya comentaré mañana: Las aventuras de M., obra de ese “lado oscuro de la línea clara”, como se autodenomina Manel Gimeno y que ha ganado enteros con el tiempo como una gran obra de género negro y ciencia-ficción que se anticipó a otras experiencias.

historiasdelbarriointegral

Pero la lista, como digo, es inmensa y debería incluir, por ejemplo, la recuperación en un solo volumen de ese inmenso fanzine que fue Usted, de Esteban Hernández. Usted(es), recopilada acertadamente por Libros de Autoengaño, permite seguir el talento de este autor, posiblemente uno de los mejores que ha dado el cómic español de los últimos años. Hay sitio para el terror, con la inquietante  Tomie, de Junji Ito (ECC) y para la fantasía desbocada de Amazing Fantasy, de Jack Kirby, Steve Ditko, Don Heck (Panini). Precisamente esta última editorial se ha encargado este año de recuperar obras maestras del género superheroico que deben estar continuamente en las librerías, comenzando por las grandes creaciones de Frank Miller en Marvel, Daredevil, Daredevil: Born Again o Elektra Lives Again , pero siguiendo con los grandes iniciadores de la renovación que vivió el género en los sesenta, de Los Cuatro Fantásticos: Origen, de Jack Kirby y Stan Lee a La Patrulla-X contra Magneto (Stan Lee, Jack Kirby y otros), pasando por el pop Nick Furia, Agent of SHIELD, de Jack Kirby,Stan Lee y Jim Steranko o el ácido Howard el pato, de Steve Gerber.
A esta fiesta superheroica se ha sumado alegremente ECC Ediciones, que ha recuperado con fuerza todas las grandes series de los inicios del sello Vertigo de DC, como Animal Man, Hellblazer, La patrulla condenada y Orquídea Negra, pero también éxitos recientes como el excelente Scalped de Aaron y Guera o las enésimas, pero necesarias, reediciones de V de Vendetta y Watchmen.  Siguiendo con los superhéroes, Dolmen se apuntó con la recuperación de la divertida reescritura a la española del género que firmaron Rafa Marín, Carlos Pacheco y Rafa Fonteriz en Iberia Inc; y Planeta Cómic recopiló en integral el siempre estimulante Zot!, de Scott McCloud.
En la lista de obras europeas recuperadas tenemos desde la exquisita edición de Los pitufos integral, de Peyo (Norma Editorial); la sugerente Caroline Baldwin, de André Taymans (Yermo); el interesante género negro de Soda, de Warnant y Tomé (Ponent Mon); el corrosivo pero canónico Los innombrables, ciclo de Hong Kong, de Yann y Conrad (Dibbuks); la olvidada comedia costumbrista a la francesa Modesto y Pompón, Franquin y Greg (Dolmen) o incluso la recuperación del McCoy de Antonio Hernández Palacios y Gourmelen.

Los clásicos de siempre han tenido también su espacio, como las planchas dominicales del Tarzán de Harold Foster (Yermo), esa joya desconocida que es Vida, Dimes y Diretes Del Mago De Los Penetes, de Jaime Tomás García (Reino de Cordelia); el quinto volumen de Popeye, de Segar (Kraken), la nueva entrega de la gloriosa restauración en blanco y negro que Manuel Caldas hace de Príncipe Valiente o el maravilloso clásico infantil  Mumin, de Tove Jansson (Coco Books).

Más modernas, pero ya también clásicos son las tres grandes series de El Jueves, Martínez el facha, de Kim, Historias de la puta mili, de Ivà y Makinavaja, el último chorizo de Ivà, las tres editadas por Dolmen; la potentísima expresividad de las historias cortas de Enrique Breccia que 001 ediciones ha recuperado en La guerra del desierto; la socarrona mezcla de negro y ciencia-ficción de Bogey, de Antonio Segura y Leopoldo Sánchez (Ponent Mon); el magistral retrato de la homosexualidad en la América de los años 60 de Stuck Rubber Baby, de Howard Cruse (Astiberri); la imponente Las aventuras de Luther Arkwright, de Brian Talbot (Astiberri), base de la ciencia-ficción moderna británica o una de esas obras que ya forma parte del imaginario popular: 13 Rue del Percebe, de Francisco Ibáñez (Ediciones B).

Casi nada.

(Continuará)


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