Cada vez es más preocupante este listado de comienzos de año que hago escogiendo entre las películas que vi el anterior (ojo, no entre las que estrenaron, por eso hay clásicos metidos en la lista) porque cada vez hay menos estrenos importantes que correspondan a la fecha en que deberíamos verlos y se retrasa más la fecha en que podemos ver más cine que vale la pena (y mejor no mencionemos acá de qué manera se complica la cosa si hablamos de la ciudad en la que vivo, Medellín, con respecto a las fechas de Bogotá). Como con la lista de lo mejor de la década hemos hablado ya de algunas películas que tendrían que estar obligatoriamente en este listado (Déjame entrar, El secreto de sus ojos), preferí mencionar otra creaciones para ser tenidas en cuenta en esta enumeración que les permite tener al menos un gran título para cada mes de este 2011. Espero que todos se animen a incluir en sus comentarios películas que les gustaron a ustedes o a contarme si creen que se me pasó algo. Y a ver todo esto, porque al final, toda recomendación es una invitación.
Toy story 3: ¿Han pensado lo difícil que es hacer una secuela digna? ¿Y qué tal una tercera parte? Pues como siempre, Pixar, experta en triunfar donde otros no logran nada, homenajeando ese subgénero peculiar que son las películas de fuga carcelaria, crea una trilogía que se une a Volver al futuro y a El señor de los anillos, en el pequeñísimo grupo de las trilogías casi perfectas.
Shutter island: Por un problema de fechas, la más reciente película argumental del maestro Scorsese no será tenida en cuenta en los próximos premios Oscar. Pero este relato que juega con lo que entendemos como locura, en un empaque impecable de thriller de suspenso, es una de esas cintas que nos hacen creer en la inmortalidad de los verdaderos artistas.
Up in the air: Cada vez me gusta más esta película. También pude haberla reemplazado por otra, porque de ella hablamos en otras ocasiones, pero creo que sigue siendo importante una película que habla del desempleo, de lo que pasa en la vida cuando nos sentimos atascados con lo que hacemos. Y además, es una manera de defenderla de comentarios que comentaristas radiales han hecho sobre ella: curiosamente, todos ellos con empleos bien pagados y exitosos. Tal vez por eso no disfrutaron la película.
To be or not to be: Como ha pasado en los últimos años con este listado, la visita asidua al ciclo de cine de la universidad Eafit que dirige Juan Carlos González cada lunes, siempre logra que entre a esta lista una gran película de otros tiempos. Y esta, una joya de la comedia y del humor, de eso que Billy Wilder llamaba “el toque Lubitsch”, es además de una violenta sátira contra el nazismo, la inspiración casi obvia de Inglorious basterds. Como para que los adolescentes que creen que el cine se lo inventó Tarantino, dejen de creerse el ombligo del universo.
Capitalism: a love story: A mí Michael Moore me encanta. No sólo porque tiene barba y está gordo y tiene el ego grande (un asunto de complicidad de caracteres), sino porque es un provocador inteligente, que sabe decir lo que piensa de forma convincente, como cuando le exige a los bancos que monten en el carro de valores que él conduce, los ahorros que nos han esquilmado. Y para un mundo como éste, en el que Wall Street como la isla de un náufrago, vive rodeada de tiburones, nada mejor que una historia de amor con Michael Moore.
Mad men: Sí. Nada que hacer. Hoy la televisión se ha graduado con honores en este asunto de mostrar historias bien contadas. Porque donde una película de dos horas exige efectismo y efectos especiales, las series proponen sutilezas y personajes bien armados. Y pocos como Don Draper, el hombre que se hizo a sí mismo (literalmente) en el mundo de la recién nacida publicidad norteamericana de finales de los cincuenta. La avenida Madison y sus hombres es, con mucho, una experiencia audiovisual más valiosa que la mitad de los largometrajes que llenan (¿rellenan?) nuestras carteleras.
Whip it: ¿Una película sobre unas muchachas que se dedican a dar vueltas en patines mientras se golpean como actividad deportiva? ¿Y eso combinado con una historia de descubrimiento personal y con un drama acerca de la amistad? ¿De verdad? La respuesta a esas preguntas es sí, y corresponde a esta película tierna y divertida, debut en la dirección argumental de Dew Barrymore. Tal vez la despedida de Ellen Page de sus roles de adolescente incomprendida.
A single man: Los que vieron esta película y Crazy heart saben que el Oscar para Jeff Bridges fue más una atención a su carrera que una elección justa, pues la realidad es que la actuación de Colin Firth en este título es de verdad impresionante. Que el adjetivo que se le viene a uno a la cabeza para describir a una película sea ELEGANTE sólo es un indicio de lo hermosa que se ve A single man en pantalla.
Steamboat Bill Jr: Cuando veo a los niños que a veces me rodean perdiendo su tiempo con películas de Cody Banks y a los adultos que me rodean perdiendo su tiempo con comedias de Adam Sandler, pienso que un clásico como éste, en el que Buster Keaton todavía hoy, 83 años después es capaz de sorprendernos, maravillarnos y hacernos reír, debería ser obligatorio en el currículum cinematográfico de toda escuela sobre la faz de la tierra.
Buried: Si Memento consagró a Christopher Nolan como un realizador y a los hermanos Nolan como guionistas, gracias a la buena idea de contar una historia que iba de adelante hacia atrás en el tiempo, Buried debería proporcionarle toneladas de trabajo a Rodrigo Cortés, su director, quien demuestra ser capaz de asumir con competencia lo que parecía imposible: contar una buena historia sin salirse del espacio de un ataúd.
Roman holiday: Hay mucha gente que no entiende cuál es la magia que tenía Audrey Hepburn, por qué todos hablan de ella y la siguen recordando como una figura irremplazable. Basta con ver esta pequeña maravilla de William Wyler, que le da sopa y seco a las historias de Disney sobre princesas que se escapan de sus responsabilidades monárquicas, para entender por qué todos quieren desayunar en Tiffany’s.
Dexter: Envidio a todos aquellos que no han visto un capítulo de Dexter porque pueden tener la experiencia maravillosa de ver las 5 temporadas que se han hecho hasta el momento como quien se lee una gran novela, sobre un asesino en serie que anda por el mundo acabando con tipos como él. Michael C. Hall pinta uno de los personajes paradigmáticos de los tiempos que corren con el talento de un genio de la actuación. Y uno, como alguien que escribe, se quita el sombrero ante capítulos a los que no les sobra ni una coma y que han convertido la frase “Tonight is the night” en un mantra.
Lo mejor del año que se fue originalmente publicado en www.ochoymedio.info/blog en Jan 11, 2011.