Revista Cine

Lo mejor del D'A Film Festival de Barcelona

Publicado el 18 mayo 2020 por La Henryteca @LaHenryteca
Por Victor FernándezNuestro colaborador Victor Fernández ha hecho un amplio seguimiento de este festival que este año se ha llevado a cabo On-Line en la plataforma Filmin, no se trata de otro evento que el D'A Film Festival, que tuvo lugar entre el 30 de Abril y el 10 de Mayo de 2020 en esta plataforma de visionado bajo demanda. Os dejamos algunas reseñas de las películas que más le han gustado a nuestro colaborador.Lo mejor del D'A Film Festival de Barcelona

SÁTÁNTANGÓ

La descomunal obra del director húngaro Bella Tarr, una cinta de 7 horas y media restaurada recientemente para su 25 aniversario, fue la proyección especial seleccionada por el D’A Film Festival de este año. Tras pasar como sesión especial también en el último Festival de San Sebastián, Sátántangó (1994) ha conseguido llegar por primera vez a plataformas en España (aunque haya sido por tiempo limitado). La poética y envolvente mirada del cineasta de Pécs, desciende (como hizo posteriormente en otras dos obras maestras del calibre de Armonías de Werkmeister (2000) o El caballo de Turín (2011)) a la observación ardua y extenuante de la existencia humana en su versión más apocalíptica. Una obra magna tan al limite y radical en su propuesta narrativa, como trascendente en sus emociones casi terminales. La duración de 450 minutos es, contra cualquier pensamiento de innecesario estiramiento, lo que lleva al cine de Tarr a una nueva concepción del tiempo cinematográfico. El significado de Sátántangó obtiene su absoluta grandeza en ese difícil trabajo de visionar todo su metraje de una sola vez, sin dividir en partes, siendo participes del peso del tiempo. La oscuridad al final absorbe la pantalla y nosotros, con ella, nos apagamos. Desoladora.

ANDREY TARKOVSKY: A CINEMA PRAYER

Un recorrido por la vida y obra del maestro del cine Andrey Tarkovsky. El poeta ruso de la imagen, realizador de 7 largometrajes incontestables, narra a través de su voz las reflexiones sobre el arte y la existencia humana que acompañaron toda su obra, tanto escrita como rodada, hasta la llegada de su muerte en 1986, con 54 años. Su hijo, Andrey A. Tarkovskiy, en el que supone su debut cinematográfico, nos acerca a la mirada más justa y reflexiva sobre uno de los grandes genios del séptimo arte.El cine de Tarkovsky, como decía su padre, el poeta Arseni Tarkovski, “no eran películas”, eran algo más. Una visión de la vida que trascendía lo terrenal. Su búsqueda de la poesía y la elevación del arte, con ejemplos que el mismo nombra como Da Vinci, Bach, Shakespeare, Tolstoi o Bresson, adquieren todo su significado en esa filosofía religiosa de la vida que el cineasta sostuvo hasta sus últimos días. Un documental que, gracias al entendimiento absoluto de un hijo hacia la obra de su padre, se convierte en uno de los más acertado y reflexivos acercamientos a la obra del genio ruso vistos hasta este momento.

ATLANTIS

Un supuesto futuro en Ucrania. Han pasado unos años desde el fin de la guerra con Rusia y el paisaje es desolador. La muerte rodea cada perímetro del país. Un antiguo soldado, que sufre aun el trauma de la guerra, ve como la fundición en la que trabaja cierra sus puertas y a su alrededor solo queda la ruina y la desesperanza. Intentando agarrarse allí donde luchó, se une a un grupo dedicado a exhumar los cadáveres que la guerra ha dejado tras de sí. En él conoce a Katya, alguien que le hace tener una mínima esperanza de futuro…A través de larguísimos y mayoritariamente estáticos planos secuencias, el cineasta ucraniano Valentyn Vasyanovych, director de fotografía de la durísima y radical The Tribe (Miroslav Slaboshpitsky, 2014) muestra su minimalista y descarnada mirada hacia el interior de unos personajes destruidos por la guerra. Concentrando su narrativa en escenas visualmente impactantes, de una belleza angustiosa, la cinta  se convierte en una muestra de cine observacional tan doloroso, como estéticamente inapelable. Donde la lejanía de los planos convierten al personaje en un afectado más dentro del verdadero protagonista: el desolador paisaje.

GHOST TROPIC

Khadija, una mujer viuda de 58 años, trabaja como limpiadora hasta bien entrada la noche. De vuelta a casa, coge el último tren de la línea, pero cae rendida de sueño. Al despertar, ha llegado a la última estación y no tiene forma de volver a casa. De este modo, comienza un viaje a través de la noche Bruseliana donde cada rincón despierta un aire fantasmagórico y tan apacible, como magnéticamente misterioso. Bas Devos, cineasta de 37 años con una corta pero enigmática carrera, vuelve a situar en imágenes el silencio y la poética de un cine pequeño, humilde, tan sereno como luminoso. En una especie de poética de lo mundano, como el Paterson (2016) de Jim Jarmush, Ghost Tropic (2019) nos señala el camino de un pequeña historia de preciosa puesta en escena -formato 4/3, cámara estática, con el máximo movimiento de unos suaves travellings…- en la que los más importante es el paseo junto a su protagonista. Una protagonista que descubre nuevos rincones de su vida, y de su ciudad, al mismo tiempo que nos invita a meditarlos con ella. Una joya.

THIS IS NOT A BURIAL, IT’S A RESURRECTION

Pocas veces el cine nos invita a descubrir a un cineasta tan novedoso y particular como Lemohang Jeremiah Mosese. Y mas aun de una cinematografía tan poco conocida en Occidente como es la africana. This is not a burial, It’s a resurrection (2019) es la segunda película de este director de Lesoto, que ha conseguido conquistar el panorama de autor gracias a su éxito en festivales como el de Venecia y Sundance. Su acercamiento a una cultura poco escenificada, así como las depuradas formas estilísticas que presenta, convierten a la película en una de esas revelaciones del año que uno no puede dejar escapar.Con un onirismo cautivador, una bellísima fotografía, donde la paleta de colores azules se expresa como catalizador de la muerte, la soledad y la etnografía comunitaria, la película de Mosese se levanta como un trabajo de puesta en escena y cámara tan impresionante como talentoso. Además de ello, también consigue acercarse con fuerza a la denuncia política, con temas en torno a la destrucción de las raíces y los pueblos por parte de los grandes estamentos gubernamentales. Sin embargo, brilla más en su trabajo de estilo que en sus zonas discursivas. Sin ser estás del todo comunes, puedes llegar a presagiar fácilmente hacia donde se dirige el mensaje de Mosese. Quizá el título de la película lo deja, incluso, demasiado claro.

Más detalles en la web del festival



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