Lo mejor del mundial...

Ayer viví lo mejor del Mundial y no fue la victoria de España, sino lo que sucedió justo tras el gol marcado por Iniesta.

Anoche, Andrés Iniesta, me dio una lección. Una lección que le agradeceré siempre. Una lección que me hizo aprender algo con una sonrisa.

Ayer, el 6 de la selección hispana, tras el golazo marcado que ha llevado a media España a disfrutar del nirvana futbolero, no se lo pensó dos veces e, inmediatamente, se quitó la azul camiseta para mostrar otra que llevaba debajo, pegadita a su piel y a su corazón.

Andrés, ya sabes que no eras santo de mi devoción, pero ayer me diste un bofetón de cariño que me hizo callar cuando te vi, cual poseso, demostrando al mundo y a mi personita, de nuevo, que la amistad, el cariño y el amor no conocen de colores, de camisetas, de políticas, de ausencias, ni de tiempo.

Ya sabía que tú y Dani érais casi como hermanos. Os conocíais desde bien pequeñitos, al coincidir en las selecciones nacionales menores y compartir habitaciones, confidencias, victorias y derrotas. Pero vuestra amistad también se desarrolló fuera de los terrenos de juego y fue creciendo en torno a esa afición vuestra, la pesca, que tantas buenas tardes os dio. De hecho, el mazazo de su marcha inesperada hizo tambalear tus cimientos y tus botas, llevándote a un inicio de temporada lleno de altibajos y sinsabores.

Hace unas horas, cuando dejaste a un lado tu propio orgullo para sacarte la camiseta nacional con garra y pasión, mostrando a los cuatro vientos a quién le dedicabas este gol histórico, a tu amigo, a nuestro amado e inolvidable Dani, no pude contener un torrente de emocionadas lágrimas, igual que me sucede ahora al escribirte estas emborronadas palabras.

Tu gesto, tus miradas al cielo, tus primeras palabras entrecortadas tras conseguir la dorada copa. Tus silencios obligados por esos lazos de amor y entrega hacia tu amigo, que acallaban tu garganta. Tus lágrimas y tus anegados ojos al decir, esta vez con palabras, que tu gol iba para Dani Jarque, me sacudieron mostrándome y demostrándome que los sentimientos son lo más sagrado que poseémos y lo único verdadero que nos lleva  a ser mejores, a hacer felices y a derrotar al tiempo y al dolor.

Hoy quiero darte las gracias por todo ello.

Gracias por llevar a Dani en tu corazón, de forma tan presente. Tú y yo sabemos que han sido su luz, su empuje, tu generosidad y tu buen hacer quienes te impulsaron a lograr el tanto de la victoria.

Gracias por el sopapo que me diste con tan mágico gesto. Gracias porque a través de él he avanzado un poquito más en este camino, tan empinado a veces, del autoconocimiento propio.

Gracias por hacer felices a millones de personas y por unir a un país tras los colores de una misma camiseta abanderada.

Y por último, hoy también quiero pedirte públicas disculpas por todo lo negativo que he podido escribir o decir de ti, con respecto a tu vida y persona, fuera de los terrenos de juego.

Una vez más, GRACIAS DE CORAZÓN por hacer que el brillo de Dani Jarque continúe ejerciendo de faro en los senderos de muchos amantes del fútbol, que lo mantendremos vivo en nuestra memoria por siempre.

Estoy más que segura de que tu gran amigo, desde hace unas horas te observa y cuida, orgulloso y feliz, con la mejor de sus sonrisas.

GRACIAS, ANDRÉS INIESTA

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 Un detalle inolvidable

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Fue un remate seco, certero y sembró de alegría millones de hogares que estaban pendientes del cronómetro. El remate de Iniesta quedará para la historia como el que valió el primer título Mundial para la selección española, pero también estuvo acompañado de un gesto igual de inolvidable. El centrocampista se quitó la camiseta y debajo, sobre una de color blanco, se podía leer: "Dani Jarque siempre con nosotros".

Para el que fuera capitán del Espanyol también fueron sus primeras palabras nada más terminar el partido con los ojos anegados en lágrimas. Andrés Iniesta, amigo íntimo del malogrado Dani Jarque, le dedicó el que es, hasta ahora, el gol más importante de su carrera como futbolista y que vino acompañado del título más anhelado por el fútbol español. Amigos desde las categorías inferiores de la selección, Iniesta y Jarque cimentaron una relación personal que se vio tristemente truncada el 8 de agosto de 2009, cuando Jarque murió de forma súbita mientras descansaba en un hotel de Florencia durante la pretemporada del Espanyol.

La sana rivalidad deportiva quedó sepultada por un grandioso detalle que demuestra que el fútbol está hecho, por encima de todo, de hermosos gestos repletos de sentimiento, igual que hizo también Sergio Ramos con el que también fuera su compañero en el Sevilla, Antonio Puerta, fallecido también de forma repentina después de un partido de Liga.

Tanto el Espanyol, como sus jugadores, han agradecido el detalle que tuvo el centrocampista del Barcelona y, durante las pruebas médicas que se han celebrado esta mañana en Barcelona como inicio del trabajo de pretemporada, futbolistas como Coro, David García o Moisés, han reconocido el bonito gesto y han subrayado que "todos sabíamos que Andrés tenía una gran relación de amistad con Jarque y que, si tenía oportunidad, seguro que tendría un gesto. Fue un momento de mucha emoción y hemos de darle las gracias porque, además de ser un gran futbolista, es una gran persona. Fue un detalle inimaginable", ha reconocido David García.

Moisés también ha señalado que "ese gesto hizo que la final fuera aún mucho más emotiva. En un momento tan importante como ese en tu carrera profesional, que se acordara de Jarque tiene mucho mérito. Nos emocionó a todos".

Xavi ‘Màgic' Díaz, representante de Jarque y portavoz oficial de la familia, ha aprovechado para agradecer públicamente las enormes muestras de cariño que han recibido en las últimas horas, pero ha expresado la voluntad de la familia de Jarque de seguir al margen de cualquier intervención pública.