Lo mejor y lo peor del... Samsung Galaxy S5

En 'Lo mejor y lo peor' repasamos los teléfonos más destacados del 2014 con un rápido análisis de lo mejor y lo peor de cada uno. Virtudes y defectos de buques insignia, éxitos de ventas y pequeñas decepciones que se quedaron en el olvido durante estos doce frenéticos meses dedicados a la tecnología.


Samsung preparó una espectacular rueda de prensa en el pasado MWC para presentar en sociedad a su flamante Galaxy S5. El terminal sorprendía por su lista de especificaciones, entre las que se encontraban algunas tan arriesgadas como el cardiometro o el lector de huellas. Pero ha llovido mucho desde entonces, y ahora nos toca hacer un repaso de las luces y sombras que ha dejado este terminal. ¿Es lo que esperábamos? ¿Ha dejado huella en el mercado? Pasemos a ver lo mejor y lo peor del Galaxy S5.

LO MEJOR DEL SAMSUNG GALAXY S5

• Para hablar del Galaxy S5 hay que hablar de su pantalla. La llegaron a catalogar como "la mejor del mercado", y razones no faltaban. El panel OLED utilizado superó con creces las marcas de su predecesor, con un brillo un 22% superior y un consumo energético un 27% más bajo. Las pruebas de color, ángulos de visión y reflejos obtuvieron puntuaciones altísimas en las pruebas de DisplayMate, unas valoraciones que coinciden con la opinión de muchos usuarios.

• Samsung no escatimó en especificaciones técnicas, y decidió incluir todo un arsenal de componentes con los que brindar el máximo rendimiento a su terminal. El resultado es un potente procesador de cuatro núcleos a 2,5 GHz, 2 GB de RAM y gráficos Adreno 330, una lista de especificaciones brillante que lo colocaron rápidamente en lo más alto de las tablas de rendimiento.

• Su batería de 2.800 mAh puede que no ofreciera la autonomía más extensa del mercado, pero teniendo en cuenta detalles como el tipo de procesador, la pantalla OLED o los múltiples sensores presentes, el Galaxy S5 ofrece una vida más que correcta que nos asegura un día de uso.

• Con 16 megapíxeles, la cámara del S5 ofrece resultados muy buenos a plena luz del día, con un enfoque automático increíblemente rápido comparable incluso con el de los nuevos iPhone 6. En líneas generales se comporta, aunque también tiene puntos negativos que veremos más adelante.

LO PEOR DEL SAMSUNG GALAXY S5

• El fabricante sigue empeñado en incluir la característica de resistente al agua a su buque insignia, y esa decisión le ha acabado costando caro. El mercado ha evolucionado con diseños más sofisticados y elegantes, y el Galaxy S5 no ha cuajado en ese aspecto. Una tapa extraíble de dudoso diseño y plástico como principal material han acabado hundiendo la idea de terminal perfecto. La guinda del pastel la puso el propio fabricante con el nuevo Galaxy Alpha y el Note 4, ambos con diseños de aluminio, más resistentes y atractivos.

• Las apuestas arriesgadas pueden salir bien o salir mal, y en el caso del sensor de ritmo cardiaco ha salido más bien lo segundo. La impresión que nos llevamos con esta característica es que se trata de una función que no está completamente aprovechada en el terminal, e incluso podríamos tacharla de innecesaria. Pocas aplicaciones la aprovechan, y el contexto ideal para su uso dista bastante de cómo un usuario pretende utilizar su teléfono, más aún si tenemos en cuenta la existencia de los wearables.

• El sensor de huellas tampoco sale bien parado, ya que su uso es incómodo y falla en muchas ocasiones. Culpa de ello la tiene su diseño. El usuario debe de deslizar el dedo verticalmente, algo que se complica cuando sostenemos el teléfono con una mano. Si nos desviamos un poco al deslizar el dedo obtendremos un mensaje de error, algo que nos obligará a agarrar el teléfono con una mano y para pasar el dedo con la otra. El sensor TouchID de Apple es muy superior en este aspecto, ya que permite orientar el dedo en cualquier posición.

• El enfoque selectivo también está presente en las opciones de la cámara, sin embargo, el proceso resulta ser lento y engorroso. El menú está repleto de opciones y ajustes, tantos, que resultan demasiados y podrían marear a más de uno. Aún así, encontramos algunas ausencias, como el enfoque manual o más opciones en el balance de blancos.