Revista Moda

Lo que antes era choni ahora es moda

Publicado el 18 junio 2013 por Arthur @arthurgilbordes
Lo que antes era choni ahora es moda
La moda te da sorpresas, sorpresas te da la moda, ay Dior... Amigos, el fashion system es ese loco que anda suelto y nos cambia los clichés de un año para otro. Aún recuerdo cuando por los 90 las chicas caminaban ilusionadas sobre sus plataformas imitando a las Spice Girls. Unos zapatos que vemos ahora y decimos "¡uf, qué horror!". Así somos y así seremos, chaqueteros, trendsetters, arrastrados, fashionistas... llámennos como quieran, y sí, en todos los adjetivos, incluso en los despectivos, tienen razón. 
El año pasado sufrimos un huracán que venía desde California. Sus mechas invadían las melenas de las más it. Un tipo de pelo que antes hubiésemos calificado de poco cuidado, desaliñado, con entradas negras a lo Shakira... También, sin salir de las peluquerías, vivimos el momento 'Pequeño Pony' o, más bonito, cabello fantasía que, para los que no sepan lo que es voy a ser muy gráfico: chicas con el pelo cubierto de colores, como si se hubiesen estampado contra el taller de un pintor abstracto y su cabeza se hubiese convertido en el mejor lienzo de Pollock. 
Y en lo que a la moda se refiere, también estamos viviendo un momento de sentimientos antónimos que se encuentran y de repente algo que odiábamos a muerte se convierte en nuestro próximo must-have. Es aquí donde entran en juego dos complementos que esta primavera-verano se han posicionado como 'lo más de lo más entre lo más de lo más': las gafas espejo y los zapatos blancos.
Lo que antes era choni ahora es moda
De toda la vida he odiado hasta lo infinito y más allá (como los de Toy Story) las gafas con cristales de colores y efecto espejo. Y es que ese grupito de gente 'mala' de mi colegio siempre las llevaba y no me trae buenos recuerdos. Los 'kinkis' (canis, chonis, etcétera), esos que montaban en moto recién cumplidos los 14 años,fumaban cosas raras con olores efecto-relax, bebían whisky mientras el resto tonteábamos con el Malibú con piña, y amenazaban a los  más pequeños o débiles con navajas o puños fuera cual Mazinger Z, eran los grandes embajadores de las gafas espejo. ¿Su marca favorita? Oakley. 
Ahora, pasados los años, Sarah Jessica Parker, Cara Delevingne y los chicos y chicas más influencers de Instagram, Twitter y demás redes han 'recogido el testigo' de los kinkis para hacer del curioso y choni accesorio todo un objeto de culto fashionista. Algo que ha pasado, de la misma manera, con el zapato blanco (no sandalia, me refiero al cerrado, la sandalia tiene un pase).
Lo que antes era choni ahora es moda
Cada vez que veo un zapato blanco me acuerdo de esas chicas de aires Amy Winehounenses (porque sí, Amy molaba pero su estética era la de la choni de toda la vida), esas princesas de barrio a las que amo pero también haría una auditoría de armario... Me las imagino bailando en la feria de mi pueblo, sin parar, rozándose con 'su papi' (o el de otra, les daba igual) mientras que, pisando las tablas o el albero, se desconchan las puntas de sus tacones (siempre blancos) a ritmo de reggeton. 
Aún así, aunque tenga estos recuerdos, y sé que muchos los compartís, las tendencias nos meten con calzador (nunca mejor dicho) el zapato blanco como aquel complemento imprescindible que "no puede faltar en tu armario". Pues, sinceramente, si he sobrevivido durante años a las gafas espejo y a los white-shoes (porque también nos están metiendo a los hombres en el saco) puedo seguir haciéndolo. Yo no voy a sucumbir. ¡Me niego en rotundo! O... ¿acaso, si dentro de unos años nos dicen que las camisas Rottweiler son lo más trendy nos las vamos a poner? Yo, desde luego, no. ¡Así pierda mi trono de trendsetter! Aunque bueno, si hacen una colaboración con Paul Smith puede que me lo piense...
Muchos besos y que la tendencia os cace

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