Hace unas semanas sufrí un accidente bastante fuerte, fui atropellada, afortunadamente mi hija menor que venía de mi mano no tuvo daños graves pero a mí me pasó la rueda por mi pie, dañándolo y rompiendo el tobillo y los huesos del pié.
Por fin estoy recuperandome en casa, tras una espera de varias semanas a que mi pie estuviera en condiciones de ser operado y tras una operación donde la fractura fue reparada mediante placas y tornillos y me dicen que será una espera de 6 a 8 semanas para ver cómo va soldando todo.
Después del miedo, la depresión, el “por que yo y una semana antes de regresar a clases”, enojarme conmigo, con el mundo, pasar por la culpabilidad de pensar en todas las cosas horribles que pudieron haber pasado y afortunadamente no pasaron, escuchar el “seguro esto tu lo llamaste por que X, Y y Z” parece que ya estoy un poco mas dueña de mi y puedo poner algunos pensamientos en orden.
Aprendí que en un segundo pueden cambiar las cosas
En ese momento iba y a sacar el certificado médico para mis hijas, tenía la semana planeada con varias salidas y varios planes, segura de todo, pero bueno, en un segundo cambia todo y es un buen llamado de atención para organizar prioridades.
Aprendi que el mundo puede girar sin mí
Acostumbrada a ser “hembra alfa”, siempre decidiendo y yendo al frente, de pronto estoy imposibilitada, frágil física y emocionalmente y necesitada de apoyo y cuidados, y lo tuve que asumir, yo que soy cuidadora ahora necesito que me cuiden, mi esposo se puso las pilas y con mi familia todo fue funcionando, las niñas fueron a su primer día de clases, se compró lo que se tenía que comprar, los pagos se hicieron, se tomaron decisiones, y el mundo funciona sin que tenga yo que intervenir, se que muchas entenderán que entender este concepto fue algo nuevo para mí.
Aprendí que mis hijas son mucho mas independientes de lo que creía
Arreglar su mochila, su uniforme, etc. La menor todavía tenía mucha ayuda mía, mi hija mayor ya es completamente autónoma, pero ahora además me apoya con la menor, que se queda con mi madre que la lleva a la escuela, y mi esposo lleva a la menor que entra mas temprano, igual he tenido que aprender de momento a dejarlas ocupar mas espacios, ya que no puedo levantar cosas que ellas dejan en mis espacios “de adulto” por que también las necesitan, darles la ropa doblada y dejar que ellas la guarden y dejarlas que encuentren algo que necesitan pero no recuerdan donde, ya que obviamente no puedo buscarlo por ellas.
El tiempo adquiere otra dimensión
Cuando no puedes hacer muchas cosas de tu rutina quedan muchos lapsos de tiempo, algunos los llenas con Netflix, TV, libros, etc. Pero finalmente estás en reposo, para mi era extraño poder ver una serie completa, o a veces tener que esperar que llegara mi esposo sin poder hacer otra cosa, te da perspectiva, notas que tal vez puedas estar un poco “menos ocupada” y tienes tiempo para valorar todo el apoyo que te da tu familia y cercanos.
Todavía me faltan varias semanas sin caminar o apoyar el pie, estas cosas son cuestiones de tiempo y paciencia, la cirugía salió bien, mi pie va sanando bien, y como dice mi médico “sanará cuando sane, no te puedo dar una fecha exacta, las radiografías dirán” (ohhhm – pá mis pulgas) o sea que armarme de paciencia un tiempo mas y tomar las lecciones que me da esta experiencia.
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