Revista Cine
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Película hipnótica desde sus primeras escenas, un bosque que se viene abajo por la necesidad de hacer un cortafuegos, con un desarrollo de escaso argumento, tan parco en palabras como sus protagonistas, un hombre con el sambenito de ser un pirómano y su madre, una anciana cuyo único mundo es su casa, su huerto y sus vacas en un pueblo perdido de la Galicia rural. Oliver Laxe crea una película muy personal, contemplativa, naturalista, casi poética, con una factura que recuerda a otros grandes del cine español como Víctor Erice. No es cine para todos los públicos, pero tiene atmósfera y alma, habla de muchas cosas sólo con imágenes, sin subrayados dramáticos, con un tono casi documental. Me hubiera gustado que se hubiera trabajado más el suspense interno (que lo tiene), pero sobretodo lo que hace la película es meterte literalmente en una situación y en el pellejo de un hombre, acaba por ser costumbrista e inmersiva, una experiencia peculiar y por ello interesante. Obtuvo 4 nominaciones en los Goya y ganó la mejor fotografía y la actriz revelación.