Encontrar la zona de las pulsaciones no es algo tan sencillo como parece. Y es que, desde que en los 80 se lanzarán al mercado los primeros monitores que permitián medir el ritmo cardíaco, en la actualidad conocidos como pulsómetros, son ya un básico entre los deportistas.
Ya sea en nuestra muñeca o colocado en el manillar, disponer de un dato tan valioso como es el pulso cardiaco es fundamental para poder controlar el esfuerzo que se realiza además de conocer la evolución.
Para lograr maximizar lo que esta información supone además es recomendable tener una serie de conocimientos o datos adicionales que nos ayuden a interpretar los datos.
¿A qué responde la frecuencia cardiaca?
Para aquellos que se pregunten a qué responde el dato de la frecuencia cardíaca deben saber que durante el esfuerzo físico se representa un reflejo relacionado con la intensidad a la que se está pedaleando. De este modo: a mayor intensidad de dicho esfuerzo, más aumentará la frecuencia cardíaca.
Se trata de una relación directamente proporcional al hecho de que se alcancen determinadas intensidades, puesto que si se habitúa el cuerpo a una misma intensidad alcanzada, poco a poco, el corazón ya no reacciona con el reflejo de latir más rápido. Esto sí que llega a ocurrir con esfuerzos que son cortos e intensos, que no superan los 3 minutos.
En estos casos lo que ocurre es que el pulso sí aumenta, pero lo hace hasta el límite fisiológico que es algo que se conoce como la frecuencia cardíaca máxima.
Por lo que respecta al pulso, aquí presentaría cierta variabilidad pero es importante tener en cuenta que ante la necesidad de hacer un mismo esfuerzo, el corazón no tiene por qué reaccionar de la misma manera, presentando el mismo pulso.
El ritmo cardíaco lo que nos muestra es el nivel de repercusión que tiene para nuestro organismo el esfuerzo que se está realizando, gracias a este dato se puede orientar el entrenamiento hacia unos objetivos concretos.
Algunas claves
Algo fundamental que sirve como referencia es saber el nivel de frecuencia cardíaca que el cuerpo puede llegar a mantener prolongado en el tiempo.
Para ello lo que se ha de conocer es qué pulso tienes cuando llegas a tu umbral anaeróbico, es decir, cuando se alcanza la máxima intensidad de esfuerzo que puedes mantener sin renunciar al equilibrio metabólico.
La frecuencia cardíaca submáxima
Así que lo recomendable no es entrenar cogiendo como referencia los porcentajes de pulso de tu frecuencia cardíaca máxima sino que de debe trabajar con referencias más fiables, capaces de aportar una información más ajustada como es la frecuencia cardíaca submáxima.
Esto es así porque la frecuencia cardiaca submáxima es un dato que hace referencia a la frecuencia que eres capaz de mantener a lo largo del tiempo y no sólo al pulso que puedes mantener tan sólo unos cuantos segundos cuando un ciclista esta sobre la bici horas.
Términos que debes saber
Frecuencia cardíaca en reposo (FCR)
Hace referencia al pulso que el corazón es capaz de mantener cuando está en reposo, es decir, sin hacer actividad física alguna. Es recomendable medirla por la mañana al despertarnos. Así se podrá comparar la evolución cogiéndola siempre a la misma hora del día.
Frecuencia cardíaca máxima (FCM)
Aquí se recoge el número máximo de pulsaciones por minuto que tu corazón es capaz de generar. No obstante es un dato que no puede mantenerse en el tiempo, así que no es una referencia deportiva.
Frecuencia cardíaca de reserva (FC Res)
Mediante este dato se pueden calcular ritmos cardíacos relacionados con el entrenamiento de manera más precisa, ya que tiene en cuenta el pulso máximo y en reposo que marca el ciclista.
Para aquellos que lo desconozcan, es un dato que se calcula restando al pulso máximo el pulso de reposo. Por ejemplo, 180 (FCM) - 55 (PR) = 125 (FC RES).
Si lo que se busca es saber una intensidad determinada atendiendo a la FC RES lo que hay que hacer es multiplicarle el factor correspondiente de intensidad y sumar FR. Por ejemplo, si se entrena al 70 % sería... 140 x 0,70 + 50 = 148 pm.
Frecuencia cardíaca en el umbral (FCU)
Aquí se hace referencia al pulso máximo en el que por fin nos estabilizamos durante un largo periodo de tiempo, al menos, durante una hora. Se corresponde con el umbral.