Este año está siendo maravilloso y créeme esto no significa que todo esté yendo a las mil maravillas. Sino que estoy aprendiendo, a marchas forzadas, a fluir con la vida en lo bueno y en lo malo. A no establecer resistencias que me agotan y generan frustración, a gestionar mejor mi energía y a vaciar un poco mi vida, porque cuanto menos tengo menos necesito y me agrada esa sensación.
Este mes de Junio ha sido realmente agotador. Y desde la perspectiva que te da una única semana de respiro, puedo decir que ha merecido la pena, pero que cuando pones a tu cuerpo y alma al límite ésta se resiente. Por este motivo este verano va a ser muy regenerador -necesito que así sea- para nutrir mi pasión y que mi energía vuelva a vibrar al mismo nivel que siempre.
No te voy a descubrir nada nuevo si te digo que descansar es imprescindible para que puedas aportar más a tu proyecto. Desconectar del trabajo para volver a conectar con la esencia de tu pasión; con la vida. Y es que afortunadamente, “No se puede comprar vida en el supermercado…” decía Mújica. Así que este verano voy a vivir.
Si sos joven tienes que saber esto: la vida se te escapa y se te va minuto a minuto y no puedes ir al supermercado a comprar vida. Entonces lucha por vivirla, por darle contenido a la vida”. Mújica
Por eso yo aprovecho el verano no solamente para reencontrarme con la vida hedonista, si no para atesorar todos estos momentos de gozo en tu memoria, y anclarlos, para poder revivirlos cuando necesites porque emprender es durísimo, y necesitas recursos positivos que te ayuden a remar cuando las aguas se ponen turbias.
Se trata de un ejercicio de 5 minutos que el año pasado hice flotando (aka haciendo el muerto) en las cristalinas aguas de Formentera. Una práctica de mindfulness en el que tomas consciencia plena de un momento que consideras perfecto. Cierras los ojos y empiezas a preguntarte ¿Qué oyes? ¿Qué sientes? ¿Qué hueles? ¿Cómo te sientes? Y empiezas a escuchar a tu cuerpo, hasta crear un recuerdo sensorial de todas las sensaciones vividas en ese momento, de manera tan profunda, que podrás transportarte allí cuando lo necesites. Te aseguro que todavía me dura el recuerdo de hace un año, y éste voy a anclar muchos más porque se avecinan curvas.
Para finalizar, déjame que te cuente que este mes ha sido el mes. He desayunado decisiones. Y ahora toca ser consecuente, y hacer balance. En septiembre van a haber muchísimos cambios, porque la vida son etapas y yo cierro una muy importante para abrir una nueva en la que ni siquiera sé lo que me espera. Pero la ilusión me puede, la fuerza me acompaña y me siento reconciliada conmigo y con mi decisión. Me lo debo.
Te deseo unas fantásticas vacaciones,
Bye bye myeventconcept!