Revista Cultura y Ocio
Lo que fue no cambia lo que es. Las cosas no pueden volver atrás por mucho que lo deseemos. Y nuestros pensamientos se van haciendo cemento con el pasar del tiempo. Lo que fue siempre será un maravilloso recuerdo pero no cambia que todo tenga un punto de inflexión y que sea difícil mantenerse ahí sin descender. Es inexorable que la nostalgia nos invada cuando pensamos en lo que fue o en lo que pudo haber sido. Van juntas de la mano. La tristeza de las circunstancias adversas nos hace terminar llorando por las cosas que nunca dijimos, o por las que dijimos por ser imbéciles. No hay hueco para volver. Y eso endurece el carácter. Te hace marcas. Te envejece el alma sin remedio. Y nuestra mente no ayuda. Porque nos lo recuerda de vez en cuando; cuando intentamos volver a acercarnos. Es todo un dilema matemático-emocional. Nos movemos igual que las dunas del desierto por la noche a causa de gélido viento bajo la luz de la luna. Como alguien dijo unas cientos de veces y lo tomaron como una frivolidad, "la vida es surf". Es navegar y fluir por las olas del destino.Y no merece la pena vivirla de otra forma. Cada día que pasa la monotonía te come, porque lo que fue no cambia lo que es.