

La infanta Elena acostumbra a pasar desapercibida a pesar de ser la única Borbón divorciada y tener un hijo con un imán para los problemas. Froilán promete sustituir a Cristina y Urdangarin en las portadas cuando tenga edad para hacer negocios. Jaime de Marichalar parece un alma en pena desde que Elena se hartó de los rumores que sostenían que el exduque de Lugo tenía amistades especiales fuera del matrimonio. A Don Jaime le supo mal que el divorcio le hiciera perder al guardaespaldas que le ponía Zarzuela.
Elena es la hija preferida de Juan Carlos, ama las corridas de toros y detesta a los periodistas, según publica Eyre. No ha dado ningún escándalo ni con nuevas parejas ni enamorándose de condenados por corrupción. Es la más española de la familia como revela su indumentaria del Día de la Hispanidad. Gran parte de los 300 mil euros que gana los dedica a comprar banderas españolas en todas sus versiones: gafas, pulseras, fulares, muñequeras… Ni un euro para la educación de Froilán, que paga Juan Carlos como la de todos sus nietos. Elena puede hacer un rinconcito cara a futuras necesidades de Froilán, sea en educación o en el bingo, juego preferido del primer sobrino del rey Felipe.