Adoptar GTD en definitiva, se trata de aplicar un flujo de trabajo a través de 5 actividades permanentes que se convertirán en tus mejores hábitos:
- Recopilar
- Procesar
- Organizar
- Revisar
- Hacer
Incorporar el flujo de trabajo en nuestras vidas supone hacer nuevas actividades, pero también significa abandonar otras de las que tal vez no éramos absolutamente conscientes y que obraban en contra de nuestros objetivos y metas.
En mi caso son 3 cosas importantes que GTD se ha llevado, y espero que el viento de la vida no las traiga de vuelta.
1. La procrastinación
Procrastinar es el hábito de posponer las actividades para más adelante, realizarlas al filo del plazo o sencillamente no hacerlas nunca.
GTD está orientado a hacer que las cosas sucedan, lo que quieras o necesites hacer, que se realice en el momento establecido, sin dilaciones. Para ello el manejo de listas de acciones y el uso del calendario son vitales para lograr este propósito.
2. La multitarea
Al no contar con un sistema de productividad personal que ordene nuestros objetivos y tareas en el corto y mediano plazo, nos ocurre que hacemos las cosas conforme se van presentando, no alcanzamos a terminar algo y ya comenzamos con otra cosas, esta superposición de actividades no hace más que hacernos perder tiempo. Una cosa a la vez hasta terminarla, ese es el gran desafío.
3. El desorden
Antes de implementar mi bandeja de entrada y archivo de seguimiento, solía perder mucho tiempo en encontrar papeles, documentos, número telefónicos, contactos, etc. Ahora tengo una secuencia lógica de búsqueda que funciona y me ahorra mucho tiempo.
Cualquiera puede adoptar GTD e implementarlo en su vida diaria ya sea a nivel personal o laboral o de manera combinada, la metodología no es compleja, sin embargo se requiere un importante compromiso personal para desarrollar los nuevos hábitos que harán que el cambio personal sea posible.