Este esquema es, más o menos, el que hasta ahora se cumplía. ¿Y ahora?
Ahora los estudios lo desarrollan los Contract Research Organizations (en adelante CROs). Una especie de subcontratación en aras de la eficiencia y la competitividad.
Muchos ensayos se llevan a cabo en clínicas especializadas privadas, algunas de ellas propiedad de los propios CROs. Incluso, como esta llamada Scirex, están subespecializadas en ensayos clínicos en los que se prueban medicamentos para el dolor en "modelos" como la dismenorrea, el dolor post-bunioctomía (cirugía de los juanetes), etc.Dichas clínicas no tienen fines de asistencia sanitaria como tal, sino que son en realidad simples "reclutadoras de voluntarios para ensayos clínicos". A cambio, el voluntario recibe:
If you qualify and participate in one of our clinical trials, you may receive the following at no cost:De esta manera, acceden a una cirugía, generalmente de alto coste para un ciudadano medio-bajo de EEUU que no disponga de un seguro barato con mucha cobertura, sin coste para ellos. La reforma sanitaria que Obama quiere llevar a cabo tiene en contra también a empresas como ésta... el chollo se le acabaría si todos los estadounidenses tuvieran acceso a la sanidad.
- Study-related medical care
- Surgery
- Physical exams
- Lab tests
- Study medication
- Financial compensation
Para aumentar la captación, se procuran anuncios indirectos en la prensa local, con titulares como "Clinic gets bunion sufferers back on their feet", enaltecidos con testimonios enternecedores de personas que han sido operados y tratados por ellos. En el mismo reportaje-anuncio detallan que el voluntario se ahora los 5000 $ de la operación, e incluso luego se le compensa con otros 50$ por las molestias ("will be compensated for your time and travel").
Los estudios lo publican a medias los del CRO y los del laboratorio que financia, como en este ejemplo de un estudio con Rofecoxib para el tratamiento del dolor dental.
Sobre el papel, claro. En realidad, muchos de estos estudios tienen el "soporte editorial" de empresas de marketing como ésta, que tienen como empleados a los llamados Medical Writers, muchos ellos procedentes del mundo académico (profesores y catedráticos universitarios). Aunque, en honor a la verdad, hay intentos de hacer explícito y transparente este trabajo, lo cierto es que muchos apuntan dudas, más o menos fundamentadas, de que algunos de estos escritores hacen de "negros" (práctica que en el mundo anglosajón, más comedido y menos racista que el mediterráneo, por lo visto, es conocida como ghostwriting).
Todo ajustado a la legalidad, y a los principios éticos, se entiende. De lo contrario sería difícil imaginar que no siendo así nadie actuaría.
Ahora se entiende como estos americanos publican tanto...