A veces se me ocurren cosas. Reflexiones concretas sobre cine o sobre algún personaje fascinante que no encajan con ningún tipo de artículo habitual en el blog y que por ello suelo dejo pasar sin compartirlo con vosotros. Eso se acabó. Si se me ocurre algo, lo escribo. Esa es la primera novedad que pienso traeros este 2015.
Y ahora mismo, lo que necesito contaros es que 'Batman', la primera, la de 1989, me gusta cada vez más. Se ha convertido en mi segunda película sobre Batman favorita, solo por detrás de 'El Caballero Oscuro', y no a demasiada distancia (aun así, la maldita Dark Knight es un monumento al que cuesta hacer sombra).
Pero... ¿por qué? ¿Qué es lo que me atrapa cada vez más? ¿Qué es lo que hace unos años no valoraba tanto y ahora hace que adore el film? Bueno, desde luego todas sus virtudes cuentan: la atmósfera, la banda sonora, las interpretaciones de Keaton y Nicholson, el tono indudablemente tenebroso y sin embargo cómico y extravagante en muchas ocasiones... Pero para mí el punto clave son de hecho dos, el minimalismo de la narrativa y el enfoque bajo el que se desarrolla la historia.
Lo del minimalismo es muy sencillo de explicar, porque basta con decir que la peli trata temas similares a los vistos en 'El Caballero Oscuro', al menos en lo referente al personaje de Batman en sí, solo que de forma muy distinta. TDK analiza al detalle el verdadero propósito de Batman y porqué es el único que puede salvar Gotham. El arco para el personaje es perfecto y nos deja ese discurso épico de cojones que empieza con Batman diciendo "soy lo que Gotham necesita que sea" y que finalizan Gordon y su "es un Caballero Oscuro". Bien. Pues la peli de Burton también habla de esto, pero más para construir al personaje que para desarrollar un tema. Veámoslo.
Dejemos a un lado que esta escena es una de las mejores representaciones de la faceta gótica y torturada del personaje (aquí Bats es más un monstruo clásico que un superhéroe), y que ciertos aspectos de la escena la asemejan a una de la posterior 'La Bella y la Bestia' de Disney (pista: ojos iluminados en la oscuridad) que refuerzan más si cabe ese perfil de monstruo incomprendido. Sí, dejemos a un lado esos detalles, que ya de por sí me hacen babear, y vayamos al diálogo que empieza en el 1:38. El meollo de la cuestión viene a ser:
-No eres precisamente normal...
-Ni vivimos precisamente en un mundo normal, ¿verdad?
Ahí está. Es algo brevísimo, pero nos están diciendo que Batman es un ser extraño y oscuro, sí, tal vez incluso peligroso, pero lo es porque Gotham es aún más tenebrosa y retorcida. Para luchar contra los demonios de la ciudad, Batman debe ser un demonio. Debe "ser lo que Gotham necesita que sea". Qué. Cómo se os ha quedao el cuerpo. ¿Cómo? ¿Que ya os habíais dado cuenta? Y una polla como una olla, no he visto ni un solo comentario al respecto durante mi exhaustiva búsqueda de 5 minutos en la inmensidad de la red.
Bueno. La cuestión es: ¿este minimalismo hace que el film sea superior a TDK? no necesariamente, pero hace que sea igual de fascinante en un sentido completamente distinto. Algunos preferirán un análisis detallado lleno de épica que hace a la película fascinante y otros un pequeño diálogo sugiriendo una idea que hace al personaje fascinante. Y sí, la cursiva es intencionada, pues si me preguntáis ahora mismo diría que la visión, el discurso de Nolan, es más interesante que lo planteado por Burton, pero el Batman encarnado por Keaton más absorbente e impactante que el de Bale (sin desmerecer a este y sus virtudes únicas, ni se os ocurra malinterpretarme), lo cual las deja en un empate técnico que TDK acaba deshaciendo gracias al Joker del bendito Heath Ledger, a la acción (la del 89 se ha quedado viejísima en esto) y a ese caramelo de personaje que es Harvey Dent, además de otros detallitos que no es momento de comentar porque ESTO NO ES POST COMPARATIVO.
Hablábamos solo de 'Batman', de su minimalismo y de porqué la hace tan molona. Esto último es difícil de contestar. Pero cuando nos describen al personaje (a cualquiera) con pocas pero certeras palabras sobre él, cuatro trazos bien dados, y un puñado de gestos planeados al milímetro, suele funcionar maravillosamente. ¿Acaso no están definidos así personajes como Darth Vader, Indiana Jones, Ellen Ripley, el Nota, o Hannibal Lecter? La razón de que esto funcione tan bien da para otro post entero y ni siquiera creo tener la respuesta, pero el caso es que algo que el blockbuster actual parece haber olvidado es que se puede decir mucho con poco, y eso esta peli lo hace muy bien con su protagonista. Insisto mucho en esto porque muchos piensan que este film apenas habla de Batman, y necesitaba probar que eso no es cierto. Porque hablar de un personaje no significa necesariamente analizarlo al detalle, como hace Nolan (y lo hace bien, leñe, no me peguéis), y ni mucho menos fingir analizarlo, que es lo que hacen otros directores en demasiados blockbusters. Pero ese es otro tema que también da para otra entrada entera.
La conversación de antes es mi ejemplo favorito de lo de "mucho con poco", pero hay más. Me encanta el momento en el que Vicki descubre junto a su colega Knox (y la audiencia) el trágico pasado de Bruce y Knox dice "¿qué efecto puede tener una cosa así en un niño?". No hace falta absolutamente nada más para comprender la motivación y psicología de Bruce, tanto Vicki como nosotros atamos cabos. Además, esa frase refuerza algo que Burton siempre ha querido dejar muy claro: que Batman está loco. Un rasgo que algunos autores explotan y otros no, pero que a mí me gusta bastante.
Otro momento breve pero significativo llega cuando Vicki va a ver a Bruce a la Batcueva (porque lo sabe, no porque la lleve Alfred, es increíble que tanta gente no lo pille) y Bruce dice lo siguiente:
A veces ni yo mismo sé qué pensar de todo esto, pero es algo que tengo que hacer. Porque nadie más es capaz. He intentado alejarme de ello, pero no puedo. Esto es así".
Esto no suena a Batman PARA NADA, ¿verdad? No es un resumen certero de cómo se ha adjudicado una responsabilidad de la que no puede escapar, de cómo necesita continuar con su cruzada aunque él mismo sepa que no es sano. No, el Batman de Burton no es Batman. Qué va.
En fin, el tema es que todo este rollo de perfilar al personaje con lo justo y necesario viene del otro gran punto distintivo del film: que a pesar de que todo gira en torno a Batman, rara vez vemos las cosas desde su punto de vista. De hecho, su primera escena la vemos siguiendo a un par de atracadores. Y es cojonudo. Señalando a Jack Napier y a Vicki Vale como (aparentes) protagonistas, y metiéndonos de lleno, sin vaselina, en una Gotham cuyo rollo captamos enseguida, el misterio en torno al Hombre Murciélago va absorbiéndonos, así como el interés por Bruce Wayne. Me resulta fascinante el desarrollo de la historia. Junto a Vicki conocemos a Bruce, y poco a poco vamos viendo más de él, conociendo más detalles. Por supuesto, pronto sabemos más que ella porque sabemos que es Batman, pero aun así nunca le vemos en pantalla más de lo necesario, de forma que con cada escena se define un poco más. Al mismo tiempo seguimos a Jack transformándose en el Joker y tramando su plan, pero la cosa está construida de forma que el núcleo de todo ello es, para nosotros, conocer qué va a hacer Batman al respecto. El asunto no va del Joker haciendo tal o cual cosa, aunque sea lo que veamos al detalle; va de Batman descubriéndolo y reaccionando a ello. Coño, si de hecho algunas de las escenas del Joker son su frustración ante la figura de Batman:
La cuestión es, que aunque muchos digan (yo mismo lo dije. Era joven y estúpido) que el protagonista es el Joker, la realidad es que todo, TODO es sobre Batman. Cada elemento del denso guion desemboca en él. Y como digo, su presencia va absorbiendo la peli poco a poco hasta llegar a esto:
This is it. Aquí es cuando el personaje se despliega ante nosotros. El momento en el que le estamos conociendo de verdad. Estamos entrando en su mundo, estamos mirando de cerca al monstruo. Esta escena es la película. Es la que deja claro que la cosa va de él, que esta es su historia (eso se pierde en la secuela; los focos están en Catwoman y el Pingüino indudablemente).
No es nada extraño que poco después conozcamos por fin el asesinato de sus padres. Era la pieza que faltaba, y la conocemos en el momento justo: antes del clímax. Batman ya es un personaje completo y estamos con él a tope. Por eso la siguiente escena es justo el momentazo que hacía falta para hacernos gritar "¡viva el puto Batman!".
El clímax, por cierto, es absolutamente épico a nivel conceptual. Uno tiene la sensación de que todo ha conducido a esto. Que el enfrentamiento entre héroe y villano es lo que da sentido a las vidas de ambos. De hecho, el último plano de la cinta parece decir que el propósito de la vida de Batman se ha cumplido, que su viaje ha terminado... aunque esta sea solo la primera película. Pero claro, es que antes estas pelis sea hacían para ser UNA película. LA película del personaje.
A pesar de la épica que se desprende, es justo reconocer que hay un solo elemento que hace que la ejecución no esté a la altura: esa larga subida por las escaleras de la catedral. Jode la conexión entre la peli y el espectador, al menos momentáneamente. Aun así, la previa imagen de Batman saliendo magullado de entre las llamas del Batwing es muy poderosa, y hay algo fascinante, primario y clásico al situar el cara a cara entre Bats y Joker en un campanario.
Bueno. Entonces, para acabar, ¿por qué todo este rollo hace a 'Batman' excepcional? Pues porque es la única "primera peli de tal suerhéroe" que se me ocurre que no sigue la fórmula de 'Superman' en mayor o menor medida. Porque no es habitual en el género este enfoque de desarrollar al prota a través de otros. Y porque desde luego, lo de decir mucho con poco no se lleva en este tipo de cine.
Eso es todo. Ay, madre, la que me va a caer en los comentarios...