Todas las personas podemos adoptar hábitos que contribuyen a combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente. Desde distintos rincones de Latinoamérica, Exploradores recomiendan pequeñas acciones cotidianas que pueden tener gran impacto en nuestra comunidad y contagiar las ganas de ayudar a gran escala.
La necesidad urgente de tomar acción por el Planeta puede resultar abrumadora y el camino a seguir para lograrlo también. La buena noticia es que todos podemos hacer una contribución y nuestra ayuda puede tomar múltiples formas, partiendo desde lo más simple y cotidiano.
Con apenas algunas modificaciones en nuestros hábitos podemos lograr reducir la llamada huella de carbono, un concepto que remite a la emisión de gases de efecto invernadero provocada por la actividad humana. Aquello que comemos, la ropa que elegimos para vestirnos y la forma en que nos trasladamos diariamente componen nuestra huella de carbono e impactan directamente en el medio ambiente, contribuyendo al calentamiento global y el cambio climático. Podemos estimar el tamaño de nuestra huella utilizando la propia calculadora de huella de carbono, disponible en el sitio oficial de National Geographic Latinoamérica. Esta iniciativa formó parte de otras que fueron sucediendo en apoyo al 24 de octubre, Día Internacional Contra el Cambio Climático, en el marco de la campaña de National Geographic Lo que haces cuenta.
Recientemente, Exploradores de National Geographic -científicos, activistas, conservacionistas, educadores, narradores y más especialistas de América Latina que trabajan en numerosos proyectos de cuidado del medio ambiente- compartieron consejos para sumarse ya a la acción, haciendo pequeños cambios en el día a día.
ANDREA VILLARREAL RODRÍGUEZ (Activista mexicana por la justicia climática)
1. Limpiar nuestra huella digital: eliminar los archivos y correos electrónicos que ya no se necesitan. Almacenarlos en la nube requiere mucha energía.
2. Evitar el uso de plásticos desechables: es muy sencillo cargar un termo, contenedores, utensilios o bolsas de tela para cuando se necesitan.
3. Separar la basura: reciclar plástico, vidrio, metal y papel, y asegurarse de conservar los desechos orgánicos para hacer una composta.
4. Reducir el consumo del agua al bañarse: abrir el grifo únicamente cuando se requiera. Cerrarlo cuando no se esté enjuagando.
5. Cuidar la alimentación: limitar el consumo de carne y procurar comprar productos locales, orgánicos y de temporada.
CRISTIAN LAGGER (Biólogo marino argentino)
1. Informarse: es importante conocer de qué se trata nuestra huella de carbono, qué variables juegan a nuestro favor para disminuirla y cuáles son las que debemos evitar o reducir. Además, conocer qué impacto tiene en el medio ambiente para dimensionar la magnitud del problema.
2. Aplicar las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar. Cuando grabamos en nuestra cabeza la importancia de tener siempre presente estos principios, nuestros hábitos de consumo cambian radicalmente.
3. “Desplastificarse” progresivamente: sólo basta mirar a nuestro alrededor para entender que nuestra relación con el plástico está fuera de control. Menos del 10% de todo el plástico producido se recicla, y por lo tanto es importante reducir antes que reciclar.
4. Consumir productos locales y sostenibles, y frutas de estación: poner más atención en las compras diarias, principalmente teniendo en cuenta el origen de los productos (y cuánta huella de carbono produjeron para llegar a las góndolas).
IVÁN CARRILLO (Periodista científico mexicano)
1. Reducir el consumo de carne de res: reemplazarla en algunas comidas por otros alimentos ya hace una gran diferencia.
2. Comprar local: de esta manera contribuimos a reducir el traslado de productos.
3. Bajarse lo más posible del auto: optar por formas alternativas de transporte, como la bicicleta.
4. No desperdiciar alimentos: aprovechar al máximo lo que consumimos reduce los residuos.
5. Reparar los objetos: de esta manera, se utilizan lo más posible y se evita su desecho.
¿Y cómo podemos hacer correr la voz en nuestro entorno sobre la importancia de reducir la huella de carbono?
“Acércate a organizaciones, activistas y expertos. Las redes sociales permiten un acercamiento fácil y rápido a personas con mayor conocimiento del cambio climático. No temas contactarles y preguntar cómo puedes involucrarte en sus proyectos” (Andrea)
“Lo primero es hacer. La gente empatiza más con nuestras acciones concretas que con la información o la teoría” (Cristian)
“Comparte tus logros con tu entorno. La gente se motiva con los éxitos cercanos porque entiende que también ella lo puede lograr. Ayudar a nuestros amigos, colegas y familiares con nuestra experiencia en el proceso generará más compromiso aún” (Cristian)
“Influye en conversaciones en tu círculo más cercano (familiares y amigos), pero sin dar cátedra. Introduce el tema y escucha los temores y preocupaciones de los demás” (Iván)
“Aborda asuntos relacionados a la crisis climática en tu vida académica: Abre la conversación con tus compañeros y profesores” (Andrea)
“Crea un círculo de lectura: Leer en conjunto es una gran oportunidad para compartir reflexiones y transformar la eco-ansiedad en acción climática participativa. También puedes organizar una noche de cine por el clima: El cine documental es una poderosa herramienta de transformación social porque a través de él podemos visibilizar diferentes realidades” (Andrea)
“Explica la trazabilidad de los productos y la huella que implican y propón una siguiente compra local como reto” (Iván)
Para conocer más: Nationalgeographicla.com/loquehacescuenta