Lo que he visto esta semana – 300: El origen de un imperio

Lo que he visto esta semana…por César del Campo de Acuña

Dirección: Noam Murro.
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 102 minutos.
Género: Acción. Aventuras.
Reparto principal: Sullivan Stapleton, Eva Green, Rodrigo Santoro, Lena Headey, Jack O’Connell, Andrew Tiernan, David Wenham, Callan Mulvey, Andrew Pleavin, Yigal Naor, Ashraf Barhom, Vincent Walsh, Steven Cree, Trayan Milenov-Troy, Andrei Claude, Peter Ferdinando, Mark Killeen y Peter Mensah.
Guión: Zack Snyder y Kurt Johnstad.
Música: Junkie XL.
Fotografía: Simon Duggan.
Montaje: David Brenner y Wyatt Smith.
Diseño de producción: Patrick Tatopoulos.
Casting: Lucy Bevan.
Estreno en EEUU: 7 de marzo der 2014.
Estreno en España: 7 de marzo de 2014.

Gloria y sangre

No empezare este artículo cargando tintas contra las secuelas y la frasecita que las acompaña de la mano a todas partes. Creo que ya se saben de memoria aquello de: “segundas partes nunca fueron buenas” y como no es de recibo explayarse en tópicos, mejor correr un tupido velo mientras hacemos “mutis por el foro”. Ironías aparte, déjenme presentarles a ese amigo (o amigos, según el caso) que puebla el bestiario de todos aquellos que adoramos el fantástico y al que podríamos denominar como: “el amigo pincha uvas”. Este tipo, al que aprecias no sabes muy bien porque, siempre es el primero en ver las películas que a ti te apetecen ver y no es capaz de descolgar el teléfono para avisarte; no, el simplemente se planta en el cine, ve el film en cuestión y espera pacientemente a que lo menciones para empezar su maratón de descalificaciones; “menos mal que no las ha visto”, “es mala con avaricia”, “menudo truño”, “dinero que te ahorras”…son buenos ejemplos de lo que su ilustrada lengua es capaz de dar de sí, ya que cuando le pides motivos y razones más allá de la incontestable verborrea que le da su autoridad cinematográfica (que básicamente se fundamenta en que ha visto El Padrino y Pulp Fiction) no sabe argumentar sus razones. Es mala y punto, oigan que para eso él es el.

El caso es que todo esto que les cuento a mí me paso con 300: el origen de un imperio, un film al que le tenía muchas ganas desde que un día, aburrido como una ostra en la facultad, me invente una hipotética secuela de la cinta protagonizada por Gerard Butler en 2006 y que se estrenaría un martes. Absurdo, lo sé, pero la bromita de: “300 II se estrena mañana” nos acompañó durante dos años y solo por eso ya me apetecía que se hiciera una secuela de la película basada en la batalla del paso de las Termopilas. Cuando verdaderamente la esperada secuela llego a salas, mi amigo pincha uvas, hizo todo lo que pudo y más para tratar de impedir que yo pasara por taquilla haciendo uso de las frases anteriormente mencionadas. Personalmente creo que, puso tanto interés en impedir que fuera a ver la cinta porque habíamos quedado en verla juntos y se le paso. Traumas aparte, como soy medio bobo y no tenía mucho dinero le hice caso y me quede sin ver la peliculita de marras y eso que soy un tipo que se fue al cine a ver solo Sombras tenebrosas (2012).

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El caso es que finalmente he podido ver 300: el origen de un imperio y no me ha parecido tan nauseabunda como mi dilecto amigo pincha uvas y medios la habían puesto. Bien, es cierto que no resulta igual de impactante o épica que la película protagonizada por los sacrificados espartanos, pero de ahí a decir que es una de las peores películas jamás filmadas y una de las más aborrecibles secuelas de todos los tiempos hay un trecho. La trama en si nos lleva al antes, el durante y el después de la gesta de Leonidas y su guardia de 300 hombres, para presentarnos a Artemisa (interpretada por Eva Green, la auténtica protagonista de esta cinta), almirante de la flota/armada de Jerjes (Rodrigo Santoro repite en su andrógino papel). Intentando frenar el avance persa por mar encontramos a Temístocles (Sullivan Stapleton), desencadenante de la tormenta que cae sobre Grecia. La narración, gracias a conectar pasado, presente y futuro de la historia consiguió engancharme y si bien es cierto que las escenas de acción me parecieron algo pobres por el abuso de la cámara lenta, son lo suficientemente espectaculares como para destacar sobre producciones similares. Desafortunadamente, aun teniendo un presupuesto mayor que la de 2006, los efectos CGI resultan más pobres que los vistos en la dirigida por Zack Snyder. Con esto no quiero decir que visualmente sea un fiasco (como he leído), pero la calidez de la fotografía de la primera película, unido a los esquemas cromáticos escogidos hacían destacar unos efectos más logrados y sólidos que los vistos en la continuación.

Por otro lado entiendo que al desarrollarse buena parte de la película en el mar los colores escogidos sea más fríos y oscuros (negros, azules y grises en lugar de tonos cálidos como el dorado y el rojo vistos en 300) otorgándole una adecuada profundidad desde el punto de vista del diseño de producción. No la he visto en versión original, así que no puedo decir nada sobre lo acertado o desacertado del tono de los actores. Aun así, y tras leer algunas curiosidades (como los 10 o 12 kilos de musculo que tuvo que ganar Stapleton para el papel o los meses que Green se pasó preparándose para el papel con especialistas en Hollywood) me da a entender que los que se pusieron delante de las cámaras dieron de si todo lo que pudieron y que el fracaso en taquilla (no recuperar la inversión es un fracaso, se mire por donde se mire), se debe más a la torpeza de Noam Murro (tipo con solo la comedia Gente inteligente en su haber cuando llego a este proyecto) como director. Aunque, según sus propias palabras filmar casi todo en croma le dio gran libertad, no supo hacerlo y por momentos la acción es confusa y caótica y no en un buen sentido (como le paso a Nolan en Batman Begins).

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La película es un quiero y no puedo de la cinta que le otorga existencia pero es lo suficientemente entretenida como para mantener al espectador ocupado en la pantalla y no, no les hablo de la del móvil. 300: El origen de un imperio es divertida, brutal y amena pero también resulta menos épica, imaginativa y fascinante que la de Leonidas y sus 300. Dicho esto, creo que todos aquellos que no se decidieran a verla guiados por las exageradas malas críticas deberían darle una oportunidad y zambullirse en las aguas teñidas de rojo del Egeo libres de complejos, olvidando los orígenes de este proyecto y aceptando que se trata de una cinta de aventuras y acción a raudales de poderosa presencia visual. 102 minutos de batallas, ideales y combates les esperan y si los aceptan negando comparaciones seguro que los disfrutan.

Que me ha gustado: es bastante entretenida y agradecida de ver. Eva Green. Como secuela funciona y aunque no es tan impactante como la primera si es capaz de aguantar el tipo bastante bien.

Que no me ha gustado: el uso y abuso de los efectos digitales (a todas luces peores que los de 300). Excesivos planos a cámara lenta.

Curiosidades:

Lena Headey tan solo estuvo diez días en el rodaje. Por otro lado, Rodrigo Santoro, grabo la mayor parte de su papel trabajando solo en una green-screem room por lo complicado que resultaba filmar su parte (Santoro interpreta a Jerjes, un gigante de más de 3 metros de altura).
Rodrigo Santoro se pasaba al día seis horas en maquillaje para convertirse en el gigantesco Jerjes. Por si eso no fuera poco, el actor a penas se podía mover por el riesgo a que los intrincados piercings que recorren la cara del emperador se cayeran.
Esta película permitió a Eva Green cumplir su sueño de interpretar a una heroína de acción. Afortunadamente para los productores, Green (su única opción/idea para el papel de Artemisa) siempre había querido hacer un film como este.
Sullivan Stapleton se sorprendió de la gran cantidad de diálogos que tenía su papel y el film en general. En un principio el actor pensó que se pasaría toda la película gritando y cercenando extremidades.
La película es una precuela, una “midquel” y una secuela de 300 (2006).