La construcción de viviendas sociales (en Chile al menos) responde a ‘lo que la gente puede pagar’, y al parecer los pobres no pueden pagar más que mala calidad, dimensiones mínimas y fealdad. (1)
(1) María Elena Ducci.
Libro: Santiago en la globalización: ¿Una nueva ciudad?. Las batallas urbanas de principios del tercer milenio, pag.:140.
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