A Miles acaba de abandonarlo su prometida y también su fe en el amor. Malvive en Nueva York, entre el sofá de un amigo y la cafetería desde la que trabaja con su portátil. Zoey acaba de aterrizar en la Gran Manzana: su excéntrica jefa le ha prohibido volver a Los Ángeles hasta que aprenda a disfrutar un poco de la vida. Pero ella es incapaz de aventurarse más allá de la cafetería que hay delante de su minúsculo apartamento. Lo único que Miles y Zoey comparten es una batalla diaria por los biscotti rancios y la mejor mesa del Café Crudité, donde coinciden a diario. ¡Ah! Y que ambos trabajan como asesores para dos apps para ligar rivales, pero de eso ellos no tienen ni idea.
Mi primer lectura del mes ha sido No eres tú, soy yo, de Tash Skilton, que ha sido una lectura bastante divertida y fresca, aunque con algún que otro mensaje clasista que se me ha atascado en la garganta. No ha estado mal, pero podría haber estado mejor.
Vesper Montgomery puede invocar tu peor miedo y convertirlo en realidad, pero prefiere no hacerlo. Ha aprendido por las malas que se trata de un poder peligroso y adictivo, difícil de controlar y aún más complicado de entender. Un movimiento en falso y puedes acabar haciendo daño a un ser querido. Por eso, está mucho mejor sola. Pero un encuentro fortuito pone a Vesper en contacto con otras personas como ella, con habilidades especiales que los diferencian del ser humano común. Esto la conduce a una oportunidad única: un puesto en el torneo de la restauración, donde los contendientes luchan por obtener la posibilidad de reescribir el pasado.
Y ahora mismo estoy devorando Una sombra latente, de Katharyn Blair, que está siendo una agradable mezcla de ciencia ficción con terror, hablando de personajes con poderes y peleas clandestinas. Mucha adrenalina y superpoderes increíbles. De momento, os lo recomiendo mucho.
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