Lo que más me gusta de ser mamá.

Fernando, del blog Lola me ha hecho entrega de este bonito premio que me ha encantado, tanto por su estética como por su significado. Mil gracias Fernando!
Para recogerlo tengo que responder a una pregunta que me apetece mucho responder y creo que merece un post.

LO QUE MÁS ME GUSTA DE SER MAMÁ.
Ser madre está siendo para mi una experiencia tan maravillosa, que me está aportando tanto, que nunca me he parado a enumerar o pensar en que es lo que más me gusta de la maternidad.
Y, aunque me resulta imposible quedarme solo con una, voy a tratar de enumerar lo que más me ha marcado en mi experiencia como madre:
Ver los ojitos de David por primera vez, tocarle y sentirle siendo consciente de que era una parte de mi, de que mi cuerpo había sido capaz de crear algo tan bello, es una sensación indescriptible que me hizo sentir capaz de cualquier cosa. Estos primeros instantes son un regalo y me acompañarán mientras viva.
Verle crecer cada día, viendo como se desarrolla, como se hace mayor y como va aprendiendo todo aquello que la vida le enseña a su ritmo, sin prisas y sin presiones me hace sentir la persona más feliz del mundo. Porque se que la felicidad que le proporciona a mi pequeño el poder vivir  y desarrollarse según sus ritmos y necesidades, sin imposiciones externas es algo que ha sido posible gracias a su padre y a mi, que nos hemos esforzado por superar nuestras ideas predefinidas respecto a lo que "se supone que tiene que hacer un niño a determinada edad" y a las presiones que queriendo o sin querer ejerce el entorno y la sociedad en que vivimos. Siento que nos hemos esforzado por preservar la infancia y la felicidad de nuestro hijo y estamos muy satisfechos con los resultados, aunque seamos conscientes de que no todo han sido aciertos.
Asumir la responsabilidad que supone ser madre es algo que me ha cambiado la vida. Soy totalmente consciente de que, en gran medida, la felicidad y la vida de mi hijo está hoy por hoy en mis manos. El no puede decidir sobre su vida, tengo que hacerlo yo y, por lo tanto, todas las decisiones que tomo al respecto son fruto de una profunda reflexión, asumiendo la importancia que tienen y todo lo que estas conllevan. Ser madre me ha enseñado que asumir responsabilidades no es una carga, sino que es algo necesario, que forma parte de la vida y que nos ayuda a crecer como personas. 
También me ha enseñado que el hecho de equivocarme no me convierte en peor madre. Me exijo a mi misma ser consciente de la responsabilidad que tengo respecto a mi hijo y actuar en consecuencia, pero he aprendido a no exigirme  ser infalible. En primer lugar porque es imposible y en segundo porque tomar decisiones también implica asumir riesgos... a veces acertamos y a veces nos equivocamos.
Y por último, una de las cosas más importantes que me ha ofrecido la maternidad es que ha puesto mi vida patas arriba y me ha obligado a replantearme mis valores y prioridades. Sin duda, la maternidad me ha transformado por completo, de una forma muy profunda y esto es algo que necesitaba con urgencia. Hoy por hoy me siento mucho mejor con mi vida y conmigo misma, siento como que "todo encaja", mis valores se corresponden con mis actitudes, lo que me hace sentir en paz y ya no tengo la sensación que antes tenía, que me hacía sentir como que me faltaba algo o que estaba viviendo una vida que no me correspondía. Ahora me siento satisfecha con mi vida y con lo que soy y me reconozco en cada decisión que tomo y en cada paso que doy. El sentirme tan bien conmigo misma para mi es algo que no tiene precio.
Me dejo muchas cosas, muchos momentos que convierten la maternidad en algo mágico, pero he querido plasmar aquello que ha sido para mi más transformador y que considero que más me ha enseñado.
Ser madre es algo tan maravilloso que si quisiéramos citar todo aquello que nos aporta la lista no acabaría nunca...