Revista Libros
En mi más tierna infancia, devoré todos los libros de Manolito Gafotas, personaje entrañable, que hizo que pasara muy buenos ratos. Más mayor he seguido a la escritora a través de su labor como columnista. Plasma sentimientos y vivencias tal como lo haría yo, y es raro, que no lea nada suyo sin sentirme identificada con algo. Es natural, fresca y tiene un punto de espontaneidad que tanto me gusta en todos los aspectos de la vida. Todavía no me explico como no he leído ninguna novela suya. Han tenido que regalármela para introducirme en esta faceta como novelista, desconocida para mi hasta este momento.Dicen que es su novela más personal, por lo tanto me ha gustado descubrir que tras esa apariencia risueña, se esconden vivencias llenas de emotividad y que dejan una huella profunda de dolor, de esperanza y de vida.
Antonia se acaba de separar y tiene un niño pequeño. El escenario de su situación es un Madrid de los 80, con toda la vorágine que supone esta década de cambios constantes. Apenas tiene 26 años, y tiene que asumir la maternidad con el peso de la traición y de sus sentimientos cambiantes. El libro es un viaje al interior de la protagonista, donde a veces se tambalea, otras se come la vida y en todas va acompañada por la ternura de su hijo, que será su tabla de salvación en situaciones difíciles. Una vida singular y llena de belleza a pesar del desamparo de Antonia por una pérdida temprana y la deslealtad que supera página a página.
Sé que en todos lados he leído que el libro es flojo, pero la verdad es que a mi no me lo ha parecido. Antonia es un personaje muy real; vive situaciones reales en un contexto real. La edad se asemeja a la que yo tengo en este momento, aunque no la época.(en esa época mi edad sería la de Gabi, el hijo de la protagonista). Como era de esperar, me he sentido muy identificada con muchos de los sentimientos y planteamientos de la protagonista, a veces parece que estaba narrando mi vida, otras es como escuchar a una amiga que te cuenta su vida alrededor de un café. La cercanía ha sido la premisa del libro. La ternura que gira alrededor es lo que da sentido a la existencia: es lo que a mi me hace dar sentido a la mía en momentos de bajón. Quizás la historia no tiene gran cosa en cuanto a acontecimientos que impactan, pero el viaje interior del personaje, me parece igual o más interesante que cualquier otra narración de hechos entrelazados que llevan a un final inevitable. Aquí no hay final, o en honor a la verdad, el final es la promesa que todo sigue. Los hechos quedan atrás y se cierran capítulos para volver a empezar nuevos de otro libro, de otra etapa. Puede ser que la época actual de mi existencia sea la de incertidumbre, la de no saber que sitio me corresponde y la de sobrellevar el peso que los acontecimientos han dejado en mi espalda y es por todo ello que me ha gustado tanto el libro. Me ha dejado la certeza de que todo sigue y que un día, no muy lejano, dejaré está etapa en un pasado que recordaré y el cual podré relatar con la perspectiva que da la lejanía del tiempo. El título no podía estar más acertado.
La autora tiene un página donde encontraréis sus artículos de opinión y todas sus obras. Es muy completa y hay un video donde la podeís ver. Si os gusta os la recomiendo para pasar un buen rato leyendo a esta genial autora.
http://www.elviralindo.com/blog/