Cuando los hijos son chicos, están buscando hacer la mayor cantidad de cosas solos. Claro que todavía necesitan de nuestra ayuda y no siempre lo que debemos hacer es lo que ellos ven como lo mejor
Mis hijos pasaron por varias etapas. Siempre tengo la esperanza de que la actual sea más tranquila que la anterior pero esto no pasa. Simplemente es distinta, con sus ventajas y sus desventajas.
Entender qué etapa están pasando y aceptar cómo ven a la madre resulta clave para no estresarse y disfrutar el momento con ellos. Después de los “terribles dos” pensamos que viene una etapa sin problemas, pero eso no sucede. Los chicos están afianzando sus personalidades, su lugar en el mundo y además quieren practicar en forma constante aquello que acaban de aprender. Quizás se dieron cuenta de que llegan donde antes no lo hacían, entendieron cómo se usa el control remoto o ya empezaron a llamar por teléfono a los abuelos.
Si tienen chicos pequeños tienen que aceptar que:
-Muchos de nuestros planes pueden modificarse a último momento: todavía es la edad en que pueden enfermarse, caerse o tener algún problema y ahí hay que cancelar todo para quedarnos con el pequeño.
-Los libros se leen de otra forma y la nuestra no es la correcta: queremos leer un libro y nos interrumpen, nos preguntan, vuelven las hojas atrás o inventan un nuevo final.
-Las canciones que cantamos suenan muy distinto a las películas: ellos van a empezar a pedir la música original en vez de la representación en vivo.