¿Has oído hablar de la proxemia o proxémica?
¿Sabes cómo reconocerla o cómo reaccionar ante ella?
No es una nueva enfermedad o virus. Si crees que tiene algo que ver con la distancia emocional, vas por buen camino.
¿Qué es la proxemia?
La proxemia o proxémica es una teoría desarrollada por el antropólogo Edward Hall en 1968, que observó cómo las personas mantienen una distancia diferente según la persona con la que interactúan.
En cada entorno en el que nos desenvolvemos, aplicamos una regla de distancia diferente. Por ejemplo,con los compañeros de trabajo o con gente poco cercana o desconocida la distancia suele ser grande. Se reduce bastante en compañía de familiares y desciende drásticamente, hasta pocos centímetros, cuando se trata de nuestra pareja.
¿Cuántos tipos de distancias emocionales hay?
- Hall ha diferenciado cuatro tipos de distancia:
- Distancia Íntima: Es la que va desde 0 a 45 cm. Nos reservamos esta distancia para las personas más cercanas como familiares, amigos o nuestra pareja.
- Distancia Personal: Es la que utilizamos en el día a día con personas conocidas, cuando mantenemos una conversación. Mantenemos una distancia de entre 46 y 120 cm.
- Distancia Social:Oscila entre los 120 y los 350 cm. Esta es la que utilizamos en nuestro entorno menos próximo, pero en conversaciones directas con desconocidos. En el trabajo o en tiendas mantendríamos una distancia de este tipo.
- Distancia Pública: Es la que se establece en charlas, conferencias o en grupos grandes. Suele ser de más de 350 cm.
Siempre existen excepciones en algunas situaciones tales como conciertos o dentro de un medio de trasporte con mucha gente, en la que aceptamos que se reduzca la distancia personal con la gente durante un período relativamente corto de tiempo y por una causa justificada.
La distancia interpersonal que mantengamos también depende de otros factores. Ser hombre o mujer puede determinar las distancias con las que nos sintamos más cómodos. Por regla general, la distancia es inferior en mujeres y entre mujeres.
También influye un factor importante de nuestra personalidad: el nivel de extraversión. Las personas más introvertidas necesitan más distancia para sentirse a gusto que las consideradas extrovertidas.
Por supuesto, la cultura juega un papel igual de importante. En el sur de Europa y en Latinoamérica la distancia interpersonal es inferior comparada con la cultura de países del norte de Europa.
Por regla general, todos utilizamos estas medidas de distancia personal, pero no es de extrañar que nos encontremos con personas que, sin quererlo, o sin saberlo, invadan nuestro espacio más íntimo y nos hagan sentir incómodos. Nuestra reacción natural, sería dar un paso hacia atrás para alejarnos y volver a nuestra zona de confort.
Si todavía te cuesta reconocer la proxemia o entender cuándo puedes encontrarte en una situación así, aquí van unos cuantos ejemplos que pueden ayudarte:
Ejemplos de Proxemia:
- El caso del ascensor: Lo más habitual en centros comerciales y edificios grandes es compartir espacio en un ascensor. Todo depende de la cantidad de personas que haya en él. Si sólo nos encontramos con una, lo normal es situarse en una zona alejada del desconocido. Si van dos personas o más, lo que suele ocurrir es que cada uno “escoge” un rincón del ascensor para no invadir el espacio de nadie.
- El caso del transporte urbano:Aquí ocurre algo similar. La conducta habitual al subirse al bus, tren o metro es sentarse en un sitio totalmente alejado de los desconocidos que viajan en él. No nos resulta muy cómodo ver como un desconocido se sienta a nuestro lado cuando tiene muchos asientos disponibles. Solemos elegir sitios próximos, pero no muy cercanos.
- El caso del cine: ¿A quién no le ha pasado que al elegir butaca deja una libre entre ellos y el desconocido? Es una conducta muy común que utilizamos para establecer una barrera imaginaria y no invadir el espacio ajeno.
- El caso de las tiendas:Este caso podría analizarse tanto desde el punto de vista del dependiente como del cliente. Cuando somos clientes, tendemos a acercarnos al dependiente para solicitar ayuda o asesoramiento. Puede ocurrir que un acercamiento excesivo o el contacto físico que utilicemos para llamar la atención del trabajador provoque una invasión del espacio personal. Lo mismo puede ocurrir con un dependiente excesivamente cercano con nosotros. Debemos conocer los límites que existen para no cruzarlos con desconocidos y provocar una situación incómoda.
Además de estos casos, existen muchos otros en los que la distancia personal juega un papel decisivo a la hora de interactuar. Es importante tenerla en cuenta para futuras relaciones y/o situacionesy saberaplicarla para conseguir una comunicación interpersonal satisfactoria.
Publica0Comparte0Tuitea0Evernote0Share0