Si me permiten unas breves palabras sobre lo que nos dice el trazo NO TECNOLÓGICO que Bansky, el extraordinario graffitero, dejó sobre una inofensiva pared citadina:
Más que una fantasía que roza la utopía, es una realidad con algunas virtudes del soma de Un mundo feliz. El soma inalámbrico. El gato de Schrödinger devenido paradoja macroscópica: "el dispositivo que nos conecta al mismo tiempo nos desconecta del otro". Es una interacción social mediada por la seductora y necesaria inteligencia de la máquina. Es una quimera fugada de la tan lúcida como desorbitada mente de P. K. Dick. Es la pantalla que bendecimos, adoramos, abrazamos... aunque nos separe del resto del mundo...