Curiosamente, nuestras uñas delatan afecciones internas que pueden pasarnos por alto. Alteraciones o manchas de color, cambios de grosor, variación de texturas o falta de crecimiento pueden ser indicios de algún problema de salud.
Las pequeñas manchas blancas que a veces aparecen bajo las uñas, se deben a golpes recibidos en el nacimiento de la misma, o a traumatismos recibidos durante la infancia.
Alteraciones más comunes de las uñas
La superficie se descama o se abre en una serie de capas
Puede ser debido a una escasez de calcio o de zinc en la dieta que las vuelve frágiles
Una causa común es la anemia ferropénica o falta de hierro.
Hay que tomar más verduras de hoja verde y lácteos, carne vacuno, almejas, chocolate, etc.
Con unos análisis se puede valorar la necesidad de hierro.
Distorsiones, cambios de la forma
Puede ser debido a trastornos de circulación porque en la base de la uña confluyen muchos vasos sanguíneos.
La diabetes y enfermedades autoinmunes también pueden provocar deformidades en las uñas.
Hay que vigilar estas alteraciones, sobre todo si se padece diatebes.
Un crecimiento más lento de lo normal.
Puede ser debido a un trastorno del tiroides
Esta afección también provoca manchas a nivel de los dedos cuarto y quinto, llamada onicólisis y una coloración amarillenta.
Cuando son muy finas y se rompen con facilidad
Puede ser debido a cambios hormonales de origen endocrino como los que acontecen en la menopausia de la mujer.
Pueden utilizarse productos específicos para reforzar el esmalte, compuestos de biotina.
Tomar alimentos ricos en vitamina C y D y ácidos grasos esenciales.
Dermatitis
Pueden producirse alergias cosméticas por geles y tratamientos de manicura
Utilizar esmaltes y quitaesmaltes sin productos químicos abrasivos como DBP, formaldehídos, o toluenos.
Antes de una intervención quirúrgica se retira siempre la laca de uñas para poder apreciar posibles alteraciones de circulación.
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